El masoca interior
Muchos habréis oído hablar de esa movida del niño interior que todos tenemos y con el que, por lo visto, hay que llevarse bien para ser una persona equilibrada. Por el contrario, estoy segura de que nadie os ha mencionado nunca a otra criaturilla que habita dentro de la mayoría de nosotros, nuestro masoca interior, responsable de conductas tan frecuentes y extendidas entre la población como carentes de sentido. Imaginad que os invito a mi casa a comer y cuando estoy rebanando el pan para los canapés, me corto un dedo. Es una herida dolorosa y fea de la que además mana bastante sangre. Vosotros, que sois gente muy cortés y amable, os ofrecéis a curarme con betadine y gasas, o a llevarme al hospital si con lo primero no basta. Entonces yo, con toda naturalidad os digo que no os molestéis, y en vez de lavar la herida, lo que hago es meter la mano afecta el el cubo de la basura y rebozarla bien en mierda. A continuación saco la caja de las herramientas y con unos alicates te...