tag:blogger.com,1999:blog-2217694963259361832024-02-20T16:00:35.399+01:00Memorias de una desmemoriada"Si la gente oyera nuestros pensamientos, pocos escaparíamos de ser encerrados por locos"
-Jacinto Benavente-
Unknownnoreply@blogger.comBlogger25125tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-11003510641481845242020-04-05T18:48:00.005+02:002023-01-14T19:20:46.090+01:00El aburrimiento<br />
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Cuando internet llegó por primera vez a mi casa yo tendría 9
o 10 años. Para conectar el ordenador a la red, debías desconectar el
teléfono y dejar la casa incomunicada. El minuto de navegación valía lo mismo
que el minuto de conversación de fijo a fijo, y las páginas iban más lentas que
el Alvia en el tramo Oviedo-León. Por eso, su uso en mi familia quedaba
restringido a lo meramente académico en presencia de mi madre y alguna
incursión furtiva de mi hermano en la red cuando ella se iba (y que dejaba de
ser furtiva al llegar el recibo).<o:p></o:p></div>
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Mis hermanos que ya estaban en secundaria o en la facultad
lo utilizaban; pero yo, que todavía estaba en primaria, ni lo olía, ya que mis
trabajos se podían hacer con los volúmenes en papel disponibles: como El Gran
Libro de Consulta de El País o un diccionario enciclopédico de los años 70.<o:p></o:p></div>
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No fue hasta el verano de 2005 cuando el ADSL y la tarifa
plana llamaron a nuestra puerta, y con ella una orgía de diversión hasta
entonces desconocida para mí consistente en minijuegos ilimitados, toda la música del Emule y el Messenger.<o:p></o:p></div>
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Hasta ese hito histórico que marcaría el inicio de mi
preadolescencia, mi infancia había consistido fundamentalmente en aburrirme,
sobre todo en verano. Tres meses eternos en una ciudad vacía, sin playa, sin
coche, sin edad para ser demasiado autónoma y sin pueblo al que ir, a
diferencia de la mayoría de mis amigas. Una vez que se acababa el club Megatrix, tocaba apañártelas como pudieras para entretenerte. Siempre era bienvenido que alguien (generalmente mi hermana) me sacara a dar un paseo, a la piscina o a lo
que fuera. Cuando estas circunstancias no se daban, mataba el tiempo con lo que tenía a mano:
el paintball de Microsoft, la PlayStation, si la televisión estaba libre, con el videojuego que me habían traído los reyes y que allá por julio me sabía de memoria, los
Lego y el tan socorrido dibujar y escribir. Por aquellos años no era yo muy de leer. Algunas de estas actividades eran compatibles con el
verdadero entretenimiento: fingir estar distraída y poner la oreja a lo que
decían los mayores sin reparar en mí o junar contenidos televisivos censurables
sin que se dieran cuenta de que tenía la antena puesta. Todo esto sin enterarme
de la misa a la media, por supuesto.</div>
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De aquella época he sacado la dudosa habilidad de tirarme en el sofá durante horas a pensar y pensar
saltando de un tema a otro hasta llegar a ideas de lo más peregrinas y a preguntas
sin solución que me obsesionaban y me distraían a la vez. Pasaba bastante tiempo
buscando certezas de que la realidad en la que vivía no era fruto de un sueño o
de mi imaginación, o dándole vueltas al concepto de falansterio (evidentemente, no con ese nombre) y los motivos por los que no se podía implantar a nivel mundial.
Todo esto sin tener ni repajolera idea de quienes eran Descartes ni Fourier. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
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Alternaba estas cosas con la socorrida diversión de buscar
palabrotas o alguna cochinada que hubiera oído en la tele en el diccionario
enciclopédico, para después tener que buscar el resto de palabras de la
definición porque no había entendido nada. Así descubrí lo que era el chancro
blando casi una década antes de entrar en la facultad de Medicina. Prefiero no
imaginar qué me habría encontrado si en vez del diccionario hubiera tenido a mi
alcance Google Imágenes. </div>
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También recuerdo una minicadena con un montón de discos, la mayoría grabados por amigos
de mis hermanos que sí tenían ADSL, y que incluían las óperas
primas de Estopa, de Melendi, de Gorillaz y un disco horroroso de canciones que a
mí me parecían portuguesas pero que luego resultaron ser sefardíes y que en alguna ocasión contada llegué a escuchar entero en el apogeo de mi aburrimiento.<o:p></o:p></div>
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Así que cuando me preguntan qué tal esto de la cuarentena, me resuena en el coco el estribillo de una nana sefardita, allá por el verano de 2002 y respondo: de maravilla, gracias.<o:p></o:p></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-25838614297048156942020-01-05T21:00:00.002+01:002023-01-14T19:21:43.302+01:00Las fotos y el crecerEl otro día mi madre me sacó una lata de Mahou y unas patatas fritas y así, sin venir muy a cuento me preguntó: ¿hace cuánto que no escribes? "Puf... la tira, ya no tengo ni tiempo ni ganas de contar nada" "Ya te has hecho mayor" Me encojo de hombros y me acuerdo de que tengo edad legal para beber Mahou desde hace 10 años, de los cuales no se me ha visto el pelo por aquí en los dos últimos.<br />
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Después, repanchingada en el sofá mientras me trago<i> First Dates</i>, resuena en mi coco la conversación. El octogenario de la pantalla se acomoda la dentadura postiza con la lengua (como quien no quiere la cosa) sin dejar de lanzar miradas rijosas a la camarera que se contonea entre las mesas de Ikea del restaurante ese de chufla, mientras su compañera de mesa y coetánea habla de viajar, de lo importante que resulta para ella que le hagan reír, que necesita una persona activa y bla, bla, bla... Con todo y eso, qué buena salud tienen los mamones. Hacerse mayor, dice. </div>
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Así se me han pasado dos años: dedicándome a obligaciones más o menos desagradables y aburridas, <i>ranciendo</i> en <i>petit comité </i> con quien quiera aguantarme y preguntándome si valía la pena seguir haciendo mofa y befa de este mundo tan absurdo y sus pobladores de sensibilidad cada vez más delicada.</div>
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Todo cambió cuando llegó a mi conocimiento un suceso magnífico, fiel retrato de cómo nos luce el pelo. </div>
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Resulta que Elena Tablada... Bueno, mejor os pongo en antecedentes porque se que la mayoría tenéis demasiada categoría intelectual para conocer estas genealogías, pero ya sabéis que siempre digo que hay que saber de todo. Que estas cosas son cultura, materia de quesito rosa del Trivial. A ver, Elena Tablada (del clan de las Tabladas) es la ex-mujer de Bisbal con quien tiene una hija en común que se llama Ella (Ella es Ella, preciosa tautología). Se separó del almeriense en 2011 y desde 2018 está casada con un acaudalado sobrino de la princesa de Tirnovo, de quien está esperando un hijo (del sobrino, no de la princesa). Como toda buena famosa <i>random</i> que se precie, es diseñadora de su propia firma de joyas. Una mujer muy equilibrada, situada en el perfecto punto intermedio entre Ylenia y la Preysler, una auténtica fantasía aristotélica. </div>
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Bueno, pues esta buena mujer que usa las redes sociales como todo hijo de vecino con la salvedad de que es rica y famosa, y la ropa que lleva parece muy cara y prestosa, el otro día hizo lo que tantos otros y otras antes que ella: sacarse una foto en el monumento al Holocausto de Berlín (ese de los prismas) de punta en blanco y posando como <i>influencer </i>que es. No contenta con ello, aprovechó la solemne ocasión para anunciar su preñez con el adecuado hashtag #babyintheoven que en castellano significa <b>bebé en el horno</b>. Y claro, se montó la gorda. A mí esto no se si me parece una gilimemez o un acto de lo más punki digno de la mismísima Nancy Spungen. Pero se ve los medios no opinan igual y le han dado por arriba y por abajo a la rica mujer. </div>
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De nada sirve ya escandalizarse cuando se ha normalizado sacarse fotos en la entrada de Auschwitz o en Memorial del Holocausto porque si no ¿quién se va a creer que estuvimos ahí? y, claro, viajar y no enseñárselo a la gente, no merece la pena. Que el mundo sepa que no solo tenemos tiempo y <i>ecus</i> para viajar (conviene abrir la sesión de fotos con una de la pantallita de la puerta de embarque, que se vea BERLIN o el destino que sea escrito en letras mayúsculas), y que el mundo sepa que tenemos cultura y afán de curiosidad y por eso nos hacemos una sesión de fotos en ese parque tan raro de hormigón. Y ¡qué cojones! como también somos gente intelectual y moderna podemos de paso sacarnos otra instantánea en el muro al lado de la pintada de Honecker y Brezhnev (los señores esos que se besan en los morros), alguno creerá que es gay-friendly, y todo.</div>
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Aceptamos los millares de fotos que se sacan en esos sitios (Auschwitz, el Memorial, Chernobyl, o las que nos hacemos cuando vamos de "voluntarios" posando en compañía de gente famélica en países tercermundistas) la mayoría de ellas en actitud inapropiada pero todos nos echamos las manos a la cabeza con sucesos como éste que no dejan de ser ligeramente esperpénticos, pero sólo ligeramente porque no se aleja demasiado de la realidad.</div>
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En fin, esperemos que, al menos, el niño le salga en su punto. </div>
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Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-40527585949637135842018-03-23T01:01:00.000+01:002018-04-14T14:38:22.748+02:00Anuncios: Dios los cría y ellos se juntan<br />
Mi espíritu es tan refinado que ya hasta se cultiva solo, mientras yo aprovecho para reconectar con mi maruja interior a través de los magazines matinales, <i>realities</i> británicos de bodas, algún que otro fragmento de Sálvame o Supervivientes y, por supuesto, el programa de Bertín Osborne. Eso sí, como llevaba tanto tiempo sin sentarme tranquilamente en el sofá a consumir<a href="http://memouriasdeunadesmemouriada.blogspot.com.es/2016/02/de-por-que-salvame-es-deluxe.html" rel="nofollow" target="_blank"> telemierda</a> ininterrumpidamente se me había olvidado la cantidad de anuncios que hay. Y lo malos que son la mayoría.<br />
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Amanece en una preciosa habitación, el sol penetra a través de los grandes ventanales y sus rayos despiertan a la pareja de guapísimos treintañeros que ocupa la cama. Éstos, peinadamente despeinados, reciben el nuevo día con una gran sonrisa, dando ridículos saltitos atraviesan su piso puesto al milímetro y entran en una amplia cocina decorada en tonos claros y más limpia que los quirófanos de la clínica Mayo. Continúan con su animada charla y sus sonrisas, vestidos con sus pijamas conjuntados -ella lleva uno de esos que aún de rebajas deben valer más de 30 euros en el <i>Women´s Secret</i>- mientras se preparan un <i>Nescafé</i> soluble. Cogen la taza con las dos manos -como si con una sola no fueran capaces- se la llevan a los labios, y ponen una cara de éxtasis, que ni Santa Teresa.<br />
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Ahora la que se despierta es una joven muchachita de unos veinte años, en una cama de 85 entre sábanas del <i>Carrefour.</i> Su dormitorio, como el de tantos otros jóvenes, combina artículos comprados durante la más tierna infancia -ositos de peluche, cuadros de punto de cruz- con otros adquiridos en la adolescencia -pósters de macizos y grupos de música- dando como resultado una miscelánea de dudoso valor estético. Se incorpora y tose como una tísica porque todavía no se le ha curado del todo la gripe que hace un par de semanas la postró en la cama. Con la chaqueta de un pijama y los pantalones de otro, se dirige baño a echar un pis, y luego ya piensa en prepararse el desayuno. La cafetera está vacía y sucia, y, por no aclararla, llenarla y esperar a que esté lista, decide desayunar otra cosa. Rebusca en la despensa y, justo detrás del paquete de galletas <i>Chiquilín</i> rancias, encuentra un bote de <i>Nescafé</i> soluble. Se cerciora de que no esté caducado y se prepara una taza que realmente es un vaso de<i> Duralex</i>, se lo lleva a la boca y lamenta no haber llenado la cafetera. Mientras se toma ese brebaje, decide poner la televisión, y, como el mando está estropeado y no quiere cambiar de canal, no le queda más remedio que tragarse un anuncio tras otro. De pronto, en su televisor aparecen los treintañeros guapos y ricos del anuncio de<i> Nescafé</i>, con su mañana perfecta; y nuestra joven protagonista -que nada tiene que ver con la autora de este blog- se siente tan estafada que apaga la tele y manda el café a tomar por el culo. Es entonces cuando, tras un agudo análisis de los acontecimientos, se da cuenta de que su vida y la del resto de mortales ajenos a los decorados publicitarios, se parece más a una película española cutre que a cualquier anuncio.<br />
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Otra prueba de la infame calidad de la publicidad la encontramos en los <i>spots</i> de cervezas nacionales; siempre que los veo siento el irrefrenable impulso de pegarme cabezazos contra la pared hasta que se me desprendan las retinas. Todos son iguales, sobretodo en verano: de fondo, el atardecer y alguna canción ligera a medio camino entre lo indie y lo comercial -para que nadie se sienta discriminado-; una cuadrilla de jóvenes tomándose algo en un entorno tan cosmopolita como privilegiado brindan a cámara lenta mientras exhiben obscenamente sus gafas de sol, sus barbas y sus sonrisas <i>profident</i>. Por un momento dudas si te están vendiendo <i>Colgate, Raiban Wayfarer </i>o <i>San Miguel</i>. Finalmente, la cita pseudofilosófica sobre la amistad, inherente a todos los anuncios de birra te saca de dudas. ¿Alguien me puede decir por qué en ese tipo de anuncios nunca salen los niños tocahuevos que lloran y gritan en los bares, los camareros viejos que llevan la camisa tan abierta que enseñan un pecho con más pelos de los que quisiéramos ver, las mesas de propaganda eternamente cojas, los manteros que te interrumpen para venderte discos, los <a href="http://memouriasdeunadesmemouriada.blogspot.com.es/2014/12/waters-que-lugares.html">baños limpiados con poco esmero</a>? Nos venden a Andrés Velencoso cuando la realidad de nuestras vidas es Gabino Diego y lo peor es que no lo aceptamos, que cogemos al pobre Gabino Diego y le subimos el brillo y el contraste a placer, le ponemos un filtro chulo y cuando juzgamos que ya se parece más a Velencoso que a él mismo, lo subimos a Instagram. Pero mis muy queridos lectores, lamento informaros de que, a parte de las drogas que son muy malas, no existe ningún filtro aplicable en tiempo real al ojo humano.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitL9ubo2ov1TlwhDai3Kecd3S0X3Qq7AmL1kztQeyP7KsxsxK36l6lB-OtJ349UrTNF-l2YWXt06VCqkX6lbNJ6JCCH85sJ-UnG99510sgIxvaostft16DQ0HAUvdwLC6Turzbs4Zke7P9/s1600/gabinodiego.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitL9ubo2ov1TlwhDai3Kecd3S0X3Qq7AmL1kztQeyP7KsxsxK36l6lB-OtJ349UrTNF-l2YWXt06VCqkX6lbNJ6JCCH85sJ-UnG99510sgIxvaostft16DQ0HAUvdwLC6Turzbs4Zke7P9/s1600/gabinodiego.jpg" width="149" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVcMq-JRR177DhtX_jo6VJHhZdCM5a7XGVdJYTsvIN-HBA4LERVs92tAwbMaDX8w2lPI2v2C_NbFrYO95nEGVpl-NVahNUI-17aeKta09q0H5O9QAIhexYqklJY4h_W8gth7aOT-w2yqI-/s1600/b3e18ac880364a7b2b5378a69ea80399+Andres+Velencoso.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVcMq-JRR177DhtX_jo6VJHhZdCM5a7XGVdJYTsvIN-HBA4LERVs92tAwbMaDX8w2lPI2v2C_NbFrYO95nEGVpl-NVahNUI-17aeKta09q0H5O9QAIhexYqklJY4h_W8gth7aOT-w2yqI-/s1600/b3e18ac880364a7b2b5378a69ea80399+Andres+Velencoso.jpeg" width="200" /></a></div>
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Finalmente, no podía terminar este post sin mencionar el que es uno de mis géneros publicitarios favoritos, los anuncios de productos de higiene femenina. Desde la rancia aquella vestida de rojo que te picaba a la puerta de clase diciendo ser "tu menstruación" -hacerle eso a una menor tiene que ser, con toda seguridad, un delito tipificado- los publicistas han seguido una trayectoria ascendente coronándose más cada año.<br />
Recuerdo un anuncio de <i>Tampax</i> me tenía intrigadísima. Se trata de una metáfora visual digna de Focault en la aparece Úrsula Corberó nadando en bolas en una piscina. ¿De verdad es un anuncio dirigido a mujeres? ¿A qué clase de mujer con un mínimo de sentido de la higiene se le ocurre nadar en pelotas en una piscina estando en esas fechas tan señaladas? ¿O tal vez ella entrando en la piscina represente la entrada del dichoso tampón en otro lugar? Demasiado profundo para mí. Pero ¿qué vamos a esperar de unos publicistas que ignoran el verdadero color de la regla? La regla es sangre, y la sangre es roja. No entiendo ese afán de demostrar la capacidad absorbente de compresas y tampones con agua teñida de azul. ¿Hay algún problema con el colorante rojo? ¿es más caro? ¿acaso es propiedad intelectual de Coca Cola? ¿apología del comunismo, tal vez?<br />
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Aunque sin duda, la joya de la corona es el anuncio del <i>Monitor Clearblue</i>, una especie de calendario-test de ovulación digitalizado que va asignando el color rojo o verde a cada día en función de si existe o no riesgo de embarazo. Seguro que más de uno se acuerda de esa pareja que, sentados en un sofá, nos cuentan que han decidido cambiar de método anticonceptivo y pasarse al O<strike>gino</strike> <i>Monitor de Fertilidad Clearblue</i>. Hasta aquí todo correcto ¿no? ¡Pues no! No sé si son los actores, el guion, el feng shui del plató o qué coño, pero me da muchísimo repelús. Ayudaría que explicaran el funcionamiento del aparato sin hacer el gilipollas. Él dice algo así como: "Si sale rojo...¡peligro, peligro, peligro!, pero si sale verde... podemos hacer el amor" (poniendo voz de vicioso). El anuncio termina con ella mirando la pantallita de reojo y él preguntando "Cariño, ¿de qué color ha salido hoy?" "Verde" "Jijijijijijiji" (risillas picaronas). Son de bofetón. Pese a que me enervaba, siempre lo veía entero porque una parte de mí albergaba la esperanza de encontrarme con la otra versión del anuncio, aquella en la que les sale el rojo y el dice "Pues me voy de putas". Y aquí sigo, esperando. Empiezo a creer que no existe.<br />
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Hoy voy a concluir con una recomendación, se trata de una novela de Frédéric Beigbeder titulada <i>13,99 euros,</i> cuyo valor no reside tanto en su calidad literaria como en toda la mierda que destapa sobre el mundo de la publicidad. Después de leerla es imposible volver a ver los anuncios con los mismos ojos. Si es que no te los has arrancado después de ver <a href="https://www.youtube.com/watch?v=5OfHAsiDo9w" target="_blank">el <i>spot</i> de <i>Clearblue.</i></a><br />
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Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-77426523265459797512018-02-24T21:57:00.000+01:002018-04-14T14:38:46.888+02:00La importancia de un buen desayunoCuando pasas del instituto a la universidad se supone que adquieres la suficiente madurez para madrugar cada mañana e ir a clase cuando ya nadie te obliga. Durante el primer curso, bien sea por el miedo al suspenso o el entusiasmo de lo nuevo, esto se cumple. Después, lo que sucede es que en vez de madurar, conforme pasan los años te vas poniendo cada vez más verde y al final acabas conociendo al profesor el día del examen final o ni eso -si, cual monarca del Antiguo Régimen, es de los que mandan a un valido a examinar en su nombre-.<br />
<br />
¿Y al acabar los estudios superiores? Pues ahí cada quie<br />
n tiene que buscarse la vida...o tener quien se la busque. En mi caso, acabé la carrera un miércoles de junio y al lunes siguiente empecé a preparar el Mir. Me encontré entonces en una nueva situación vital: no era una estudiante -pues la preparación en sí no constituye ningún tipo de estudios reglados-, tampoco una parada en el sentido estricto, ni una nini, ¿una opositora? tal vez, pero tampoco me convencía ese término porque la plaza que sacase no iba a ser de por vida; ¿un elemento folclórico? Hasta que un día dí con el término que más se aproximaba: trabajaba desde casa -unos días en chándal y otros en pijama-, no tenía ni un duro, la utilidad de mi trabajo era más que dudosa y cuando alguien ajeno al mundillo del MIR me preguntaba no sabía muy bien explicarle a qué me estaba dedicando: ¡era una <i>freelance</i>! ¡una <i>freelance</i> de libro!<br />
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Yo siempre había admirado mucho a los <i>freelance</i>, a los opositores y en general a cualquiera que trabajase desde casa sin horarios preestablecidos, porque llevan a cabo un logro hercúleo: madrugar sin que nadie les obligue. Me resultaba sobrehumana la fuerza de voluntad que requiere no apagar el despertador cuando puedes hacerlo sin consecuencias negativas a corto plazo. Pues bien, cuando me quise dar cuenta yo también me estaba levantando cada mañana a las siete y media como un clavo - a veces un clavo un poco torcido que zanganeaba hasta las ocho- para estudiar un examen a meses vista.<br />
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A donde quiero llegar con todo esto es al desayuno. La mayor ventaja de desempeñar "mis labores" en casa fue re descubrir la primera comida del día. Huelga decir que cuando nadie corre detrás de ti, puedes cambiar el "café bebido" -siempre me ha resultado graciosa esta expresión- por un desayuno completo, como los que ponía la Juani a Emilio Aragón y su <i>troupe </i>de insoportables personajes en <i>Médico de Familia. </i> Así pasé el verano desayunando feliz, viendo las noticias y luego el principio de <i>Espejo Público</i> con mi café, mi tostada y mi kiwi, hasta que sucedió algo que haría peligrar mi momento<i> All-Bran</i>:<b> lo de Cataluña.</b><br />
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Al principio, y supongo que como a todos, el tema me interesaba; pero al cabo de un mes de desayunar con eso en todas las malditas cadenas me cansé de las declaraciones infructuosas y pajas mentales de políticos y tertulianos de uno y otro lado. A esas alturas los dos mejores momentos de mi día eran el desayuno y la hora de irse a la cama, y me estaban jodiendo uno de ellos. Me ví, entonces, en la difícil tarea de encontrar un programa con el que desayunar. Digo difícil porque tenía que alcanzar el más perfecto equilibrio: entretenerme sin engancharme, y, por supuesto, no tener muchos anuncios. Fueron semanas de duro peregrinaje por la parrilla televisiva matinal: programas de casas, de subastas, de asesinatos, reposiciones de series... hasta que por fin encontré lo que buscaba: la TPA (Televisión del Principado de Asturias, para los <i>foriatones</i>) y su telediario.<br />
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Era un extraordinario universo donde <i>El Monotema </i>resultaba una noticia de importancia menor en comparación con otras cuestiones más prioritarias como los problemas con el sistema de abonado, la reparación de la calefacción de la casa de la cultura del pueblo de turno o el Festival del Oricio de Huerres. Caí en la cuenta de que me había pasado la vida preocupada por noticias que muchas veces no llegaban a influir en mi vida, mientras desconocía el nombre de los consejeros de mi autonomía o el estado de los presupuestos de mi localidad. Aunque sin duda alguna mi sección favorita era el parte meteorológico: diez minutos destinados exclusivamente al tiempo en Asturias, todo el mapa lleno de nubes y lluvia día tras día. Ver como se deslizaban bajo el presentador las distintas localidades ordenadas por orden alfabético -desde Allande a Villayón- junto a la mínima y la máxima esperadas me producía una extraña paz interior que os puede dar una idea del agujero negro de tedio y monotonía en el que se habían sumergido mis días. Hasta llegué a conocer los nombres de los distintos locutores y a tener mis favoritos. Si existiera el título de "jubilada honorífica" lo habría ganado.<br />
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Una vez examinada, y hasta que los engranajes de la burocracia aclaren mi sino , he desterrado de mi escritorio los manuales y apuntes para convertirme en una <i>nini.</i> Pero como no quiero perder los buenos hábitos sigo desayunando tranquilamente mientras veo el telediario...del mediodía.<br />
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<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-16256607823240365092017-05-21T14:18:00.001+02:002018-04-14T14:36:30.954+02:00MDLB III: PODEROSAS BALADASNo tenía pensado escribir hoy aquí, pero cuando la mierda de la buena llama a tu puerta lo último que debes hacer es ignorarla.<br />
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Pese a mi elegancia innata y mi gusto exquisitamente educado a lo largo de más de dos décadas, siento confesaros un vicio inconfesable, o como se dice ahora un <i>guilty pleasure </i>de lo más hortera. Y es que a veces, cuando trasnocho, no me quedo leyendo hasta las tantas a Sartre con una copa de vino en la mano, ni escuchando la Patética de Tchaikovski en mi tocadiscos. Lo que hago (después de deciros esto, nadie nunca me va a querer vender unas gafas de pasta) es...¡ver videoclips en youtube de baladas rock de los 80!<br />
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He de advertiros que al principio es un poco complicado diferenciar a unos grupos de otros (<i>Poison, Skid Row, White Lion, Danger Danger, etc.</i>), porque todos suenan prácticamente igual y sus cantantes parecen salidos de una cadena de montaje: jovencitos con cara de niña y una larga melena rubia (ahora ya, ni jovencitos, ni melenudos) cubiertos de lentejuelas, sudando cocaína.<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWeNX5LarDPku6IFkmnLd869UuULZKbaR3eOCl2EQpXrMJmoMLJLJenQFC0h_eCjwaEK_miEtXm-NKKVGDitag_-Z9_-spMYXoENvubcfBrjl3x_9uPa7cjYuG_uvjK1-8t-f3yd_zh2oh/s1600/cantantes+iguales.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="124" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWeNX5LarDPku6IFkmnLd869UuULZKbaR3eOCl2EQpXrMJmoMLJLJenQFC0h_eCjwaEK_miEtXm-NKKVGDitag_-Z9_-spMYXoENvubcfBrjl3x_9uPa7cjYuG_uvjK1-8t-f3yd_zh2oh/s400/cantantes+iguales.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Uhhmm... aquí sobra alguien...¿pero quién?</i></td></tr>
</tbody></table>
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Lo cierto es que de esta foto la que mejor envejeció fue Bibiana Fernández, el resto siguieron los pasos de Axl Rose: engordaron y se compraron sombreros de<i> cowboy</i> para sus greñosas calvas a lo Santiago Segura (¡Con lo fácil y barato que es ir a la peluquería! y así de paso dejas de parecer un proxeneta).<br />
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Incluso la infanta Elena en sus años mozos se sumó a esta corriente y fundó una banda de glam rock que más de uno conocerá, <i>Bad English.</i> El nombre viene de que, como todos sabemos, en la Casa Real no se hablaba español, sino que los miembros de la antigua familia real se comunicaban entre ellos en inglés, porque eran gente muy preparada. ¿No me creéis? Yo puedo mentiros, pero las imágenes no*.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgm3_Uc2-eWA9AJYZezlbrv7ny9KFP30Roe9WI_w_rMqQyTfjdpJ6RI6uxPuCMVJnFoE3T2vSQPr4C326HMXFtP1aXUa7WBWVkku3VyOPeREPJILlpw9IB41snYcABJzdV2HaBk9nLkHffI/s1600/Captura.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="231" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgm3_Uc2-eWA9AJYZezlbrv7ny9KFP30Roe9WI_w_rMqQyTfjdpJ6RI6uxPuCMVJnFoE3T2vSQPr4C326HMXFtP1aXUa7WBWVkku3VyOPeREPJILlpw9IB41snYcABJzdV2HaBk9nLkHffI/s320/Captura.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">*Es una dramatización, el verdadero cantante de Bad English era John, Waite. La infanta Elena no tuvo ningún grupo de glam rock, que sepamos. Así que no me multen, ni me abran antecedentes, por favor, que quiero ser funcionaria.</td></tr>
</tbody></table>
La mayor aportación de esta gente son las letras de sus canciones de amor, que ensombrecen a Petrarca o, mejor aún, al mismísimo Julio Iglesias. Claro que los<i> millennials</i> como estamos de vuelta de todo y somos jóvenes atormentados que, entre los vapores del <i>Jägermaister, </i>despreciamos el amor romántico nos meamos en ellas. Pues siento deciros que estos chicuelos le dan sopas con honda a más de uno, porque los jodidos después de recitar versos tan <i>naif</i> y empalagosos como:<br />
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<span style="color: magenta; font-family: inherit; font-size: x-small;"><i>When I see you smile, I can face the world (cuando te veo sonreir, puedo enfrentarme al mundo)</i></span><br />
<span style="color: magenta;"><span style="color: #cccccc; font-family: inherit; font-size: x-small;"><i><span style="background-color: white;"><br /></span></i></span>
<span style="color: #cccccc; font-family: inherit; font-size: x-small;"><i><span style="background-color: white;">Forever, this time i know (Para siempre, esta vez lo sé)</span></i></span></span><br />
<span style="color: #cccccc; font-family: inherit; font-size: x-small;"><i><span style="background-color: white; color: magenta;">and theres no doubt in my mind (y no tengo dudas)</span></i></span><br />
<span style="color: magenta; font-family: inherit; font-size: x-small;"><i><span style="background-color: white;">forever, until my life is through (para siempre, hasta que mi vida se acabe)</span><br style="background-color: white; box-sizing: border-box;" /><span style="background-color: white;">girl, ill be loving you forever (chica, te amaré siempre)</span></i></span><br />
<span style="color: magenta;"><span style="background-color: white;"><span style="color: #cccccc; font-family: inherit; font-size: x-small;"><i><br /></i></span></span>
<span style="color: #cccccc; font-family: inherit; font-size: x-small;"><i><span style="background-color: white;">Remember yesterday - walking hand in hand (recuerda el ayer, caminando de la mano)</span></i></span></span><br />
<span style="color: magenta; font-family: inherit; font-size: x-small;"><i><span style="background-color: white;">Love letters in the sand - I remember you (cartas de amor en la arena, te recuerdo)</span><br style="background-color: white;" /><span style="background-color: white;">Through the sleepless nights and every endless day (a través de las noches sin dormir, y cada día interminable)</span><br style="background-color: white;" /><span style="background-color: white;">I'd wanna hear you say - I remember you (quiero oirte decir, te recuerdo)</span></i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: inherit; font-size: x-small;"><i><span style="background-color: white;"><br /></span></i></span>
cogían, se bajaban del escenario y, como insinúan muchos de sus videoclips, se follaban a todo bicho viviente.<br />
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Estas canciones llevan treinta años cumpliendo una función valiosísima: exorcizar a la gente de mal de amores. Es como una sangría -o flebotomía, que queda más <i>fisno</i>- pero por los ojos. Tú estás con mal de amores, escuchas esto y te conviertes en un despojo de lágrimas, babas y mocos. Lo echas todo y hala, como diría el difunto Pepe Sancho: <a href="https://www.youtube.com/watch?v=PUjwuiFO_Qk"><span style="color: blue;">¡A MAMARLA!</span></a> , te renuevas. ¿Sabéis la cantidad de antidepresivos que nos ahorramos gracias a esto? Yo el día de mañana pienso recetarlo.<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVdsWnXWJ-sWSza4AwgMKS0x5JLrdJSwFuUyi7xDmBuaZxbKcoH1ZEp9Rl05vEbOfGtDcg6_SPD68AwMQbGXa-Xw5igx-J3SkI2iynu102-VjVWHXbKMudGbWKdYTc04PhfSt9dlwQNdw7/s1600/Captura2.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="145" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVdsWnXWJ-sWSza4AwgMKS0x5JLrdJSwFuUyi7xDmBuaZxbKcoH1ZEp9Rl05vEbOfGtDcg6_SPD68AwMQbGXa-Xw5igx-J3SkI2iynu102-VjVWHXbKMudGbWKdYTc04PhfSt9dlwQNdw7/s400/Captura2.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Y si la canción no es suficiente para consolarte, al menos piensa que podrías estar peor:¡¡podrías estar escribiendo tus miserias en los comentarios del vídeo!! Otro día profundizaremos sobre este tragicómico asunto.</i></td></tr>
</tbody></table>
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Pero a parte de adolescentes y jóvenes con el corazón <i>partío</i>, si te fijas en el público de los multitudinarios conciertos, salta a la vista algo: no hay un solo negro. Elegid el vídeo de <i>Poison </i>actuando que queráis, y si encontráis un negro en el público os invito a un café**. Es todo<i> white trash</i> del medio oeste americano, lo que lo hace todavía más encantador si cabe.<br />
<span style="font-size: xx-small;">(**Promoción válida hasta fin de existencias)</span><br />
<span style="font-size: xx-small;"><br /></span>
Hasta aquí mi digresión dominical sobre las <i>power ballads</i>.<br />
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P.D. Es probable que por exigencias del guión desaparezca unos meses, nos veremos de nuevo como muy tarde en Febrero (puede que antes, puede que después). Hasta entonces, paz, amor, sexo, drogas y rock´n roll.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGhrkNdbJO9BRzK0kGoyBHCM5Mo0zn_C1jOW6ApUTL74d9ZGDsCXasJfjgzGuCYhX2h4qpfFK-JypAAANmH9jw08KanEfEsBjWY3Ogdq9Ef7TQ22oUDBiEkcPNyEdjBByndzA7ZZTnvJi2/s1600/Captura3.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGhrkNdbJO9BRzK0kGoyBHCM5Mo0zn_C1jOW6ApUTL74d9ZGDsCXasJfjgzGuCYhX2h4qpfFK-JypAAANmH9jw08KanEfEsBjWY3Ogdq9Ef7TQ22oUDBiEkcPNyEdjBByndzA7ZZTnvJi2/s320/Captura3.JPG" width="320" /></a></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-73093567775964322492017-04-02T18:29:00.002+02:002018-04-14T14:35:20.935+02:00Mierda de la buena (I): CRIANDO RATASMe ha sucedido en varias ocasiones que una película recomendada tanto por los críticos como por muchos amigos y conocidos me parece una soberana bazofia. Son lo que yo llamo películas "de culo", todos las venden como si fueran de culto pero cuando te quieres dar cuenta les falta la "t". No voy a dar nombres, bueno sí, qué cojones:<i> Her</i>, <i>Las vidas posibles de Mr. Nobody</i> y <i>The Royal Tenembaun</i> son algunas de ellas. Siempre me pasa lo mismo, acabo de verlas -no sé cómo, porque son aburridísimas- y luego, enfadada busco en Google alguna crítica profesional para saber qué coño las hace tan especiales. Pero resulta que todas todas las reseñas de los supuestos gurús no son más que un batiburrillo de pedantería onanística.<br />
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Afortunadamente hay un género que nunca me defrauda. Un género cinematográfico que debería enseñarse en los colegios como otra manifestación artística propia de nuestro país -igual que los estilos plateresco o churrigueresco en la arquitectura o el teatro de Lorca en la literatura-. Me estoy refiriendo, sin duda, al <u>cine kinki (o quinqui).</u> Una parte de mis lectores -especialmente mis coetáneos y otros<i> millennials</i> más jóvenes- os sentiréis perdidos ante este término. No os aflijáis, aquí está la tita Clara para enseñaros cositas que no salen en<i> Netflix</i>. El cine kinki surgió a finales de los setenta con la llegada de la Transición y tuvo su época de máximo esplendor a lo largo de la década de los ochenta. Como seguramente habréis intuido por su nombre, la temática sobre la que gira no es otra que la decadente cotidianidad y las actividades delictivas de los macarras de la época, heroinómanos la inmensa mayoría. Como héroes de una novela de caballería, los protagonistas de estas pelis, <strike>espada</strike> navaja en mano, viven intrépidas aventuras a lomos de su corcel. Vamos, que son un fuente inagotable de entretenimiento.<br />
<br />
Los decorados castizos (esos papeles de pared, el tapete de ganchillo sobre la televisión, la mesa idéntica a la que tiene vuestra abuela en su casa) y las tomas aéreas de ciudades y barriadas antes del pelotazo urbanístico son un aliciente. Aunque sin duda lo que diferencia este producto patrio de otras películas extranjeras de temática similar (como <i>Trainspotting</i>, <i>Requiem por un sueño</i>, <i>Los amantes de Pont Neuf</i>) es que nuestros actores se meaban en el Método, no necesitaban interpretar ningún papel porque ellos mismos eran toxicómanos. Los españoles somos gente práctica y resolutiva: ¿actores sanos? No, gracias, quién mejor que un drogadicto para hacer de drogadicto... El ejemplo más representativo es Jose Luis Manzano, musa del director Eloy de la Iglesia, y protagonista de varias películas, entre ellas las dos entregas de <i>El Pico</i>.<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Resultado de imagen de jose luis manzano" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTOaOksyZz-k4_OOtAY0Tc-qWiv_aqdWaO39aVY2cOnHB0PT4ZUuMBfir7HABjzaaoOyQ4CRxwaDyVjIT8biz62FesJ3JaWuIKfPOqMV9v7LpWQ_r_-uFxuBxStRBf435oWJdJwRNj3fPC/s400/Jose+Luis+Manzano.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>José Luis Manzano</i></td></tr>
</tbody></table>
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Debido a sus aficiones, buena parte de esta hornada de actores murió prematuramente a manos de las SS (sobredosis y sida) Un superviviente fue Enrique San Francisco, que por aquellos años salía con Rosario Flores (compañera de reparto junto a su difunto hermano Antonio y Jose Luis Manzano en <i>Colegas</i>, también de Eloy de la Iglesia)</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTiWmn3-BeBXZG4DEu7BjuMNkqRcXulX2Lcbm3VspDGwI48GO_HJonOfcDutNlWPsisIIDRWoqLU_k26VNh5q-nSVxkekHAcO8lRfGRj4pe95HvDqOcyoXVmlTKTKPNCm2hRL6BMavYPgO/s1600/rosario_gallery_r.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTiWmn3-BeBXZG4DEu7BjuMNkqRcXulX2Lcbm3VspDGwI48GO_HJonOfcDutNlWPsisIIDRWoqLU_k26VNh5q-nSVxkekHAcO8lRfGRj4pe95HvDqOcyoXVmlTKTKPNCm2hRL6BMavYPgO/s320/rosario_gallery_r.jpg" width="245" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Hay cosas en la vida que no tienen precio, y esta foto es una de ellas.</i></td></tr>
</tbody></table>
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El otro pilar de este género, lo constituye Antonio de la Loma, artífice de la mítica <i>Perros callejeros</i> o <i>Yo, el Vaquilla </i>entre otras. Las de <i>El Lute </i>-de Vicente Aranda- también son muy entretenidas y en el <i>Paramount Channel</i> las repiten seguidas cada dos o tres meses.<br />
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Una vez hechas las presentaciones, os hago entrega de mi regalo de hoy, que, gracias a mis fuentes, he encontrado en el lúgubre y frío universo de internet. Se llama<i> Criando Ratas</i> y, además de ser una joya, es una película de cine neokinki. Ya sólo el título invita a verla.</div>
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<span style="color: #444444;">(Paramos un momentito para que os explique mi teoría místico-filosófica de que cualquier manifestación artística que incluya la palabra "rata" en su título es sinónimo de calidad. Como el movimiento se demuestra andando, os dejo algunos ejemplos: <i>Las Ratas </i>(de Miguel Delibes), <i>Ratas Rabiosas </i>(Eskorbuto), <i>Rata de dos patas</i> (Paquita la del Barrio) y la que ahora nos ocupa, <i>Criando Ratas</i> (Carlos Salado). La excepción inherente a toda regla que se precie la constituye <i>Ratatouille</i>. Aclarado esto, continuamos)</span></div>
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El largometraje, ambientado en la actualidad y rodado en Las Mil Viviendas con un presupuesto de 5000 euros, retrata la vida en una barriada alicantina de las que tanto les gusta a los de Callejeros. Menudeo, subdesarrollo, droga, collejas, tetes, tetas y diálogos a menudo ininteligibles interpretados por actores no profesionales (los propios chungos del barrio se interpretan a sí mismos) son los ingredientes que Carlos Salado utiliza para revivir el espíritu del difunto Urko. Pero lo hace, como dijo Torrente: "sin mariconadas ¡eh!", sin echar mano de ese recurso tan fácil que es ponerse nostálgico (que se lo digan a Danny Boyle). Los tiempos han cambiado y este chaval lo refleja a la pefección: la heroína ha sido destronada por el speed, las pirulas, y la cocaína; el mercado de la prostitución se ha hecho más global y los padres ya no llevan bigote ni tienen ninguna autoridad sobre sus churumbeles. De hecho, la única reminiscencia que se permite es la banda sonora de tintes flamencos que él mismo ha compuesto. Como dato curioso, el rodaje se alargó varios años debido a que, entre medias, Ramón Guerrero, el actor que da vida al protagonista, tuvo que cumplir un año de cárcel por trapicheo.</div>
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Cada uno de los personajes de esta película vale un potosí. El Cristo, protagonista y eje conductor, es un mindundi que se busca la vida al margen de la ley para pagar una deuda a unos gitanos y de paso costearse la droga. Al hombre no le sale nada bien, además de ser un patán tiene tan mala suerte que pone un circo y le crecen los enanos. Te hace llevarte las manos a la frente y gritar a la pantalla "¿pero qué haces tonto del culo?" Al final se le coge cariño. El Mauri, intferpretado por Mauricio Manzano, es una de esas figuras tragicómicas con las que todos nos hemos topado alguna vez: el mítico toxicómano veterano con la cabeza aventada que siempre va haciendo el notas por la calle, y que aunque parece inofensivo (y hasta gracioso) cualquier día se le cruzan los cables (más) y la lía parda. Se pasa toda la película intentando reunir dinero para pagarse los servicios de una prostituta de la que está enamorado (¿acaso hay meta más noble que esa en esta vida?). También hay tres chungos como de 16 años que van todos montados en la misma moto (robada, cómo no) vendiendo por ahí <i>Termalgín </i>triturado como si fuera cocaína. Por supuesto, no podían faltar enormes mafiosos de Europa del Este con tatuajes, cadenas y dientes de oro. </div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1UMMPfX8HFLWiOBa2Or2C37LeZ5oySivv3Pr0wwjD7oz-fS5UZtuNloZ-YNx2mWcERHwfGzlf0yIBGl2oo-7jkXYpxrf6UaQTdvxk0BDwXXmHlXiL60DKaU80_A1ThyphenhyphenuH6f62NVcIVKit/s1600/hqdefault.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1UMMPfX8HFLWiOBa2Or2C37LeZ5oySivv3Pr0wwjD7oz-fS5UZtuNloZ-YNx2mWcERHwfGzlf0yIBGl2oo-7jkXYpxrf6UaQTdvxk0BDwXXmHlXiL60DKaU80_A1ThyphenhyphenuH6f62NVcIVKit/s320/hqdefault.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
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Si os gusta el cine quinqui, os la recomiendo; y si no os gusta, no sé por qué habéis llegado hasta aquí pero en cualquier caso también os la recomiendo. Es pura mierda de la buena.</div>
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Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-86741869658874276582016-12-02T20:21:00.003+01:002018-04-14T14:34:05.105+02:00MIERDA DE LA BUENA<br />
<div style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;">
</div>
<br />
No sé si a vosotros también os pasa, pero cuando escucho la expresión "mierda de la buena" automáticamente mi cerebro piensa en un camello afroamericano (gracias Hollywood por tus prejuicios raciales) con gorro de lana y camiseta de tirantes promocionando la mercancía <i>"eh tronco, tengo mierda de la buena, vas a flipar con ella"</i>. Es un reclamo publicitario de puta madre. Imaginaos que es sábado, os acabáis de liquidar una fabada con sus dos copas de vino correspondientes y su arroz con leche (o lo que sea que comáis los de debajo de la Cordillera Cantábrica) y cual serpiente pitón os retiráis a vuestra madriguera a echar la siesta. Entonces, en ese momento mágico en el que estás apunto de quedarte sopas, suena el teléfono. ¿Quién será? Desde luego tiene que suceder algo grave para que llamen un sábado a las 15.45 de la tarde; un incendio o una defunción como mínimo. Haciendo un esfuerzo hercúleo sales de la cama y descuelgas el auricular antes del último timbrazo.<br />
<i>-Buenas tardes doña Clara, mi nombre es Ignacio Manuel y le llamo de Vodafone ¿está usted contenta con su compañía telefónica? </i><br />
Y sientes cómo la ira homicida ocupa cada resquicio de tu cuerpo. Te apetece mandar a Ignacio Manuel a la mierda (en este caso, a la mierda de la mala) pero como tienes un mínimo de conciencia de clase y sabes que no es su culpa decides ser cortés. Llegados a este punto os voy a revelar un <i>truqui del almendruqui</i> (que es mierda de la buena y, dicho sea de paso, le debo a mi hermana mayor) para no tener que escuchar la chapa y a la vez ahorrarte situaciones incómodas. Es tan simple como esto:<br />
<i>- Buenas tardes Ignacio, verá yo soy la asistenta. La señora no está.</i><br />
Te suelen preguntar a que hora va a volver la señora (en mi caso siempre más tarde de las 22.30) y te dejan en paz. Casi siempre.<br />
<br />
En cierta ocasión, un frío lunes de marzo, en la que me hallaba yo en el sueño más dulce e ilícito de los sueños (estaba pirando clase, a ver que os pensabais, gochones) me despertó cierta operadora de una conocidísima compañía de seguros e intentó venderme un seguro de vida a pesar de haberle dicho que era la asistenta. La cosa ocurrió tal que así:<br />
<i>-Verá, soy la asistenta, la señora no está.</i><br />
<i>-Ah, bueno...¿y tú con qué compañía tienes tu seguro de vida?</i><br />
<i>-No tengo, aún soy muy joven.</i><br />
<i>-¿Pero cuántos años tienes? </i><br />
<i>-Veintitrés.</i><br />
<i>-¿Veintitrés? (no sé por qué se le hacía tan raro, ni que le hubiera dicho que tenía siete años)</i><br />
<i>-Sí</i><br />
Ojito porque no quedó ahí<br />
<i>-Ah, ¿y sabes si tu madre tiene contratado un seguro de vida?</i><br />
<i>-Pues no, no lo se.</i><br />
Ahora viene lo mejor.<br />
<i>-¿Y me puedes dar el móvil de tu madre?</i><br />
Qué giro tan dramático, descubrir que el teléfono de la madre de la asistenta era el de la señora de la casa por la que había preguntado inicialmente. Ni Amenábar.<br />
Pero no se lo di, le dije:<i> "mira, no"</i>. Y colgué. Esa mujer se merece un aumento de sueldo por su vehemencia...o una denuncia por acoso. No estoy segura.<br />
<br />
Se me va el santo al cielo ¿por dónde íbamos? Ah, sí: MIERDA DE LA BUENA. Pues eso, que es un reclamo publicitario cojonudo. Si la teleoperadora en lugar de preguntar si estoy contenta con mi compañía telefónica/de seguros me dijera<i> "mira tronca, tengo una promoción de fibra óptica + 2 gigas de internet en el móvil que es mierda de la buena" </i>todo sería diferente. Incluso hasta puede que la escuchara.<br />
<br />
¿Y por qué os hablo de mierda de la buena? os estaréis preguntando los que no hayáis dejado de leer. Pues porque quiero compartirla con vosotros. En este caso no me refiero a las drogas (que son demasiado caras para compartirlas) sino a la verdadera mierda de la buena. La que le sirve de alimento a mi refinado espíritu y que incluye las más variopintas expresiones artísticas, desde el vídeo del chino que se rompe los incisivos por comer una mazorca de maíz pinchada en un taladro en marcha, hasta la última película o libro que se me haya ocurrido ver y que merezca esa honorable consideración.<br />
Por lo tanto, queda inaugurada esta sección cuyo nombre ya habréis intuido:<br />
<div style="text-align: center;">
<b> MIERDA DE LA BUENA</b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLRtaCQor4F4ij49um_EnzjsKhlKvZnmo0YdV0mPbMszxvh19Lbf0B2TdLG75yo6b6nrxC6sSrULLN-E86BsTW6AhRtfQ_qfMEi4UzGbPXR3ZK-G1IT-6aTW7WPcza6kXFwwqYfPWkZaIi/s1600/2310201220422.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLRtaCQor4F4ij49um_EnzjsKhlKvZnmo0YdV0mPbMszxvh19Lbf0B2TdLG75yo6b6nrxC6sSrULLN-E86BsTW6AhRtfQ_qfMEi4UzGbPXR3ZK-G1IT-6aTW7WPcza6kXFwwqYfPWkZaIi/s1600/2310201220422.jpg" /></a></div>
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-9214016329229448342016-04-02T16:52:00.000+02:002018-04-14T14:33:10.090+02:00MODAS CHUNGAS I<div style="text-align: justify;">
En Japón tienen un problema muy serio: les faltan actores porno. Su industria del cine X está en peligro de extinción debido a una gran desproporción entre la cantidad de hombres y mujeres intérpretes (siendo ellas mucho más numerosas). Hay quien achaca esta situación al gran aumento de los <i>soshokukei danshi o chicos herbívoros, </i>jóvenes que se declaran asexuales y que en consecuencia no están interesados en consumir -y mucho menos protagonizar- material pornográfico. Actualmente se debate si esta condición se trata de una orientación sexual más, de una disfunción orgánica o de una moda pasajera. No tengo ni idea. Lo cierto es que está presente en todo el mundo, pero en Japón con muchísima más fuerza. Los nipones siempre me han parecido gente peculiar que populariza artilugios y prácticas insólitas, como los besos con lengua en el ojo que tan de moda se pusieron hace unos años (hablo de los ojos de la cara, lo otro ya está inventado desde hace mucho) y que llevaron a más de uno a perderlo por infecciones. Si lo pensáis todos los meses sale en el telediario alguna nueva y demencial moda <i>made in Japan</i>, y aunque la mayoría nacen, crecen, se reproducen y mueren sin salir de la isla, unas pocas como el <i>cosplay,</i> el<i> anime </i>y el <i>sushi</i> logran cosechar verdadero éxito en occidente.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nosotros los españoles -eternamente acomplejados- nos dejamos influenciar por los anglosajones y la <i>Europa civilizada </i> (al norte de los Pirineos y al oeste de los Cárpatos), que aunque no tiene en la vía pública máquinas expendedoras de ropa interior femenina usada (se venden por Internet), también se las trae. Y es que bien pensado, manda cojones que adoptemos como faro de tendencias a un país donde se enmoqueta hasta el cuarto de baño. ¡Es más antihigiénico que los filetes en la córnea! Si en Londres les da por tatuarse margaritas en el escroto os aseguro que en cuestión de medio año (incluso puede que menos gracias a las redes sociales) Oviedo, Valladolid, Cáceres o Huelva se llenan de escrotos adornados con motivos florales. De las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, mejor ni hablar. Y es que amigos esto es lo que sucede cuando juntas en un bote la estulticia humana con la globalización y lo agitas muy fuerte.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero no vamos a echarle toda la culpa a Internet, ya a principios de los 2000 cuando no había w<i>i-fi</i> en todas las casas y Facebook estaba gestándose, podías encontrar modas de lo más estúpidas. Quienes tengáis hermanas mayores, o hayáis nacido en la segunda década de los ochenta o simplemente hayáis salido a la calle entre el 2001 y el 2004 os acordaréis de la apocalíptica tendencia de ponerse un pantalón de campana <i>(para más inri</i>) debajo de una falda o un vestido. El sinsentido materializado en un <i>outfit. Aprovecho para saludar a mi hermana mayor</i>. En serio ¿alguien me lo puede explicar? ¿De qué cabeza desviada y enferma salió semejante aberración estética? ¿Por qué tuvo éxito? Si sois nostálgicos podéis revivirlo viendo reposiciones de Un Paso Adelante, donde las chicas también se adornan con calentadores porque como todo el mundo sabe, acatarrarse los tobillos te puede costar la vida.</div>
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<br /></div>
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En cuestión de unos años las chicas nos dimos cuenta de nuestro error, y con la intención de enmendarlo dejamos en casa los pantalones, y la falda, y algunas hasta las medias. Y ese fue el origen de las camisetas-vestido (camisetas de licra normales y corrientes pero más caras) o de cómo acariciamos el nudismo sin casi darnos cuenta.</div>
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<br /></div>
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La sección dosmilera de ropa de caballero tampoco se queda atrás. A mí no se me olvidan aquellos pantalones cagados y las innecesarias exhibiciones de culo o, lo que es peor, de boxers desteñidos por el uso o puede que por la corrosión de ese tipo de pedos que, como susurros asesinos, sueltan las tripas cuando están enfermas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Y al igual que nosotras, ellos tampoco tienen término medio. Basta con dar una vuelta para toparse con decenas de chavales modernos embutidos en vaqueros pitillo tobilleros al más puro estilo toxicómano de principios de los noventa. De esos pantalones a empezar a pincharse sólo hay un paso. No es sólo por estética, estamos ante una cuestión de salud pública; os digo yo que más de uno se está quedando estéril sin darse cuenta y otros lo llevan tan metido por el culillo que les sabe la boca a pantalón vaquero. Vamos, el equivalente masculino del <i>camel toe</i> de toda la vida.</div>
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<br /></div>
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Pero no todo va a ser mirar la paja en el ojo ajeno, he de reconocer que esta menda que os escribe tampoco es inmune a las modas chorras y gusto de llevar la camisa abrochada hasta arriba cual Bimba Bosé de pacotilla o paleto manchego (según se mire). En fin, concesiones hipster que hace una.<br />
<br /></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Lo que más me gusta de ir al dentista o al oculista es mirar la orla gigante que tienen colgada en la sala de espera. Esa de la promoción de 1981-1987 plagada de <strike>chavales de veintipocos</strike> señores con barba de náufrago y enormes gafas cuadradas de pasta y en la que cualquier miembro del GAL habría pasado desapercibido. ¿Quién me iba a decir, (<i>¡ay mísera de mí! ¡ay infelice!</i>) que las pintacas de mi generación no distarían mucho de las de aquellos que se graduaron en los ochenta? Cuando me quise dar cuenta yo también tenía unas gafas de pasta y<strike> había dejado de depilarme el bigote</strike>.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://static.ellahoy.es/ellahoy/fotogallery/625X0/82755/rey-juan-carlos-75-cumpleanos-hablando-con-felipe-gonzalez-alfonso-guerra-y-narcis-serra-en-1988.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="304" src="https://static.ellahoy.es/ellahoy/fotogallery/625X0/82755/rey-juan-carlos-75-cumpleanos-hablando-con-felipe-gonzalez-alfonso-guerra-y-narcis-serra-en-1988.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i>Simpático corrillo de Felipe González, Alfonso Guerra, Juan Carlos I y un hipster que pasaba por ahí. ¡Que no! Es Narcís Serra, en aquel entonces Ministro de Defensa.</i></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJj_1v_bIZwKjK9Khbn2LOjGPZjelCo1b2NhgSQT_l5-91St3HbTKvktSsFFcEp_hAPBxWkJz7g7_ra4NpaqRDgh8wsr_U1Z7EfQaWUvQglycUY1gmX8LQ7I31fDvOEbRC0-BWbknaUbNJ/s1600/23148_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJj_1v_bIZwKjK9Khbn2LOjGPZjelCo1b2NhgSQT_l5-91St3HbTKvktSsFFcEp_hAPBxWkJz7g7_ra4NpaqRDgh8wsr_U1Z7EfQaWUvQglycUY1gmX8LQ7I31fDvOEbRC0-BWbknaUbNJ/s1600/23148_1.jpg" /></a></div>
<span style="font-size: x-small;"><i>Narcís detrás de Felipe. Si no fuera por los tanques, se diría que van a presentar una antología poética.</i></span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Lo del vello facial es otro cantar. Antes llevar barba era de sucios, profetas y papás noeles, ahora si no tienes una bien espesa eres un don nadie (Mr. nobody para los modernos) y quedas inmediatamente excluido de cualquier actividad mínimamente bohemia o creativa. No podemos obviar de ninguna manera a los que se rapan la cabeza al cero o al uno y luego se dejan una inmensa barba rabínica. Son, a mi entender, la encarnación humana del jersey de cuello alto y sin mangas. ¡Hombre por Dios! ¡Si hasta Mr.T se dejaba por lo menos una cresta!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ante semejante panorama es imposible no preguntarnos qué nos deparará el futuro. No lo sé, pero estoy segura de que nada nuevo. Por si las moscas ya estoy aprendiendo a cardarme el pelo y quién sabe si más de un rapado con barba acabará en un par de años afeitadito y con un Mullet en la cabeza.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-63375747461281642612016-02-19T14:20:00.001+01:002018-06-12T19:03:14.261+02:00DE POR QUÉ SÁLVAME ES DELUXE<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No sé si vosotros también lo
habéis percibido, pero de un tiempo a esta parte reina en el ambiente una “susceptibilidad
generalizada” de la que se deriva una corrección política exquisita –o estúpida,
según cada quién-. Lo que vengo a decir es que últimamente no te puedes ni
cagar en la leche sin que alguna asociación de amigos de la ganadería te afee
semejante conducta, por poner un ejemplo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mi opinión a este respecto es que
lo mejor que uno puede hacer en esta situación es dejar de opinar y adaptarse
al nuevo civismo que impera. Por eso hoy voy a reclamar más dignidad y respeto
para un colectivo al que pertenezco y que es públicamente vapuleado sin que
nadie diga ni <i>mú:</i> los consumidores de
telebasura o, como preferimos que nos llamen, <b>coprovidentes.</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Puede que sea la reencarnación de
una ama de casa octogenaria de Ojén, pero a mí me gusta –qué digo ¡me encanta!
¡me fascina!- la telebasura. Los moradores de Telecinco hacen mis delicias cada
vez que encuentro un rato para verlos. Alguna vez, incluso, me he sorprendido a mí
misma gritando <i>¡Guapa! ¡No llores que tú vales
mucho!</i> a la imagen de Lydia Lozano en el televisor. Por eso me hiere en lo
más profundo de mi corazoncito cuando escucho o leo que los coprovidentes somos
la razón de todos los males de la sociedad. Que si el disco de Kiko Rivera y el
libro de Belén Esteban no encabezaran las listas de lo más vendido, otro gallo
nos cantaría.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Yo, al igual que Rosa Benito, soy una SEÑORA
(entiéndase como dama de valores y educación, no como mujer que pasa la
cincuentena) así que, lejos de responder con palabras soeces a quienes me
agravian, les responderé con buenas razones que les harán olvidar a Schopenhauer
y enamorarse de Mila Ximénez. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Permitidme picar a vuestra puerta y preguntaros
¿tenéis un minuto para hablar de Jorge Javier? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span style="text-align: justify;">En primer lugar, he de decir que
por mucho que resqueme, la telebasura y todo lo relativo a ella es cultura,
cultura pop, pero al fin y al cabo cultura. O dicho de otro modo, materia
preguntable en el quesito rosa del Trivial. Y para ser culto, hay que saber de
todo un poco. Por eso, aquellos que os consideráis espíritus refinados –si de
verdad queréis llegar a serlo- deberíais apartar la vista de vuestros volúmenes
de Cátedra exquisitamente prologados y
posarla sobre el resumen vespertino de Gran Hermano VIP. ¿Os gusta el
tremendismo de Cela? ¿Los turbios personajes de Bukowski o de Palahniuk? Pues
ahí tenéis dos platos. ¿O de dónde pensáis que salen? ¿De lugares llenos de
universitarios de clase media-alta como ARCO o el BBK? </span><i style="text-align: justify;">¡Mon Dieu!</i></div>
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Estéticamente estos programas no
tienen desperdicio. Los bronceados naranjas, las mechas platino sobre pelo
negro como el carbón, los labios perfilados con rotulador indeleble, los trajes
superajustados de raya diplomática combinados con camisas de color rojo o morado
son, sin duda, la vanguardia de la moda. Aunque lo que a mí más me sorprende
son esas pieles suaves y perfectas como el culito de un bebé. ¿Acaso un tronista
musculado y peludo que se depila con cera hasta los huevos no se merece cobrar
3000 euros al mes? Ese chico se ha dejado, junto con su vello, más sangre,
sudor, y, sobretodo, más lágrimas que cualquier universitario con sus estudios
y merece una recompensa acorde a tal esfuerzo. Y ¡qué coño! caminar sobre esos
tacones altos cual andamios se merece un plus de peligrosidad a final de mes.
Me cuesta creer que en los casi 10 años que lleva emitiéndose MHYV ninguna se
haya roto, como mínimo, un tobillo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Eso sí, si os animáis a ver
Telecinco debo advertiros que el mundo de la telemierda es un microcosmos con
un idioma que aunque se parece bastante, no es castellano. Una mañana de gripe
al hacer zapping me topé en Telecinco con un tronista que, con la mano
levantaba, gritaba desaforadamente a la presentadora: <i>¡Por Ilusiones, Emma, por ilusiones!</i> Lo comprendí todo cuando lo
remató con un <i>por ilusiones hacia mi
persona</i>. Lo que ese despistado y fortachón jovencito quería realmente era
responder a unas ALUSIONES, y no ilusiones, que alguien había hecho. La
acusación más grave que pueden verter sobre un tronista o un dependiente es que
haya tenido o mantenga un <i>“hacer”</i> (<i>affaire,</i> para los puristas)
con alguien ajeno al programa. Debido a la prohibición de tocar explícitamente ciertos
temas en horario infantil, los colaboradores de Sálvame utilizan los términos <i>agua con misterio </i>y <i>vida</i> para referirse al alcohol y a las drogas ilegales (fundamentalmente
coca) respectivamente. Esta nueva acepción de la palabra vida toma su origen en
<i>ilusión</i> a unas declaraciones en las que
Belén Esteban aseguraba que ella sólo era adicta a la vida. ¿No es genial?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Probad a mirar la telebasura con
ojos menos inquisitivos: pasaréis un buen rato y, lo más importante, os saldrán
menos arrugas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¡Feliz viernes! Divertíos pero
sin disfrutar demasiado de la vida. <o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-45950962546116608262015-10-12T18:05:00.002+02:002018-04-14T14:21:13.254+02:00¿Y los niños? ¿Es que nadie piensa en los niños?El otro día estaba sentada en el sofá de mi casa cuando reparé en que ya soy demasiado mayor para decir: "cuando sea mayor..." Y tras ese descubrimiento se me cayeron encima otras muchas evidencias de mi incipiente senectud como el hecho de que me dan asco los bichos o que el telediario me entretiene. Fue un programa de televisión el que me hizo llegar a tan certeras conclusiones acerca de mi infancia, ya marchita. Hora de Aventuras, para ser exactos. Estaba viendo esos dibujos animados cuando me di cuenta de que su argumento, lejos de seguir un desarrollo lógico, era una sucesión de locuras lisérgicas. Y lo mismo me sucede con Historias Corrientes, Dora la Exploradora y demás series infantiles.<br />
<div>
<br /></div>
<div>
En un primer momento caí en el error de pensar que <i>las series de ahora no son como las de antes</i>, que<i> cuando yo era pequeña los dibujos eran mucho más normales.</i> Pero no. No son los dibujos los que han cambiado, sino mi cerebro. Algo me hace creer que ver el mundo desde la óptica de un infante debe ser como estar hasta arriba de psicotrópicos cuyo efecto se va desvaneciendo conforme cumples años. Su comportamiento es idéntico al de un adulto colocado: lloran a voces en público si se les cae la piruleta al suelo, tienen conversaciones de lo más surrealistas con otros niños desconocidos, se zurran entre ellos, se baban, les cuesta expresarse con claridad y -lo que hoy nos atañe- no cuestionan los más que incoherentes giros argumentales de los dibujos animados. Porque, mis adorados lectores, las series de dibujos siempre han sido igual de absurdas. Somos nosotros los que no siempre hemos estado tan lúcidos. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Pensad en las series emblemáticas de nuestra infancia. En mi caso, mediados-finales de los noventa y principios de los dos mil. </div>
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<br /></div>
<div>
Para empezar, la presentadora del primer espacio infantil que recuerdo no es otra que la talentosa y recientemente virgen Leticia Sabater. Sí, Leticia Sabater formó parte de los primeros años de vida de toda una generación y nadie se echó las manos a la cabeza. Si como a mí, os da por rememorar alguno de aquellos viejos sketches de <i><b>Con mucha marcha</b></i> en youtube, advertiréis que por aquel entonces, nuestra estrella mediática no tenía una personalidad tan arrolladora, ni tanto furor uterino como ahora; pero tampoco respiraba inocencia y jovialidad. Motivo por el que más de un púber que ya no estaba en edad de ver programas infantiles hacía una excepción sintonizando <i>La 2</i> cada mediodía. <br />
<br />
Pero mi generación no fue la única que tuvo como iconos infantiles a gente sexualmente inquieta. Los que ahora andan por la treintena crecieron con las canciones de Enrique y Ana. Nadie sabe que fue de Ana, pero...¿qué pasó con Enrique del Pozo? En lugar de volver al digno negocio familiar de charcutería, decidió seguir con la música. Eso sí, adoptando un registro más adulto y sobretodo más casposo, que nos ha dejado chucherías como esta:<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/0Iza-9K57gY/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/0Iza-9K57gY?feature=player_embedded" width="320"></iframe><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<i><span style="font-size: x-small;">Es triste pedir, pero más triste es cantar (esto)</span></i></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
Dejando a un lado la sección de "ídolos infantiles de carne y hueso" nos adentramos en los no menos demenciales dibujos animados. La primera serie que me gustaría mencionar es <i><b>Arthur</b></i>. Durante mi infacia me tragué innumerables capítulos -algunos repetidos- sin plantearme nunca la enorme duda existencial de ¿Qué puto animal era Arthur? Apuesto a que ninguno la sabe responder sin mirar la Wikipedia -no me seáis tramposos-. Pues bien, Arthur era un cerdo hormiguero. ¿Cómo se te puede ocurrir hacer una serie de dibujos protagonizada por un cerdo hormiguero? O lo que es más sorprendente ¿Quién la dio de paso para que la emitieran? ¿Por qué Arthur y su familia no entienden al perro? Sus amigos pertenecen a distintas especies de mamíferos peludos -no podían ser todos cerdos hormigueros- y se comunican con ellos sin problema, pero con el perro, en cambio, no. Menudos elitistas. En esta serie también había sitio para el canto a la multiculturalidad y la desmantelación de los prejuicios raciales, por lo que se les ocurrió la genial idea de poner personajes de distintas razas sin que ningún niño reparara en la complejidad del concepto creado: <u>animales mamíferos antropomórficos de distintas especies con diferentes rasgos raciales humanos</u>. Tiene miga.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/MiB4dMwDFtg/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/MiB4dMwDFtg?feature=player_embedded" width="320"></iframe><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;">Glorioso momento el del Jekyll Jekyll Hyde</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Si creéis que los nórdicos son gente civilizada es que no os acordáis de la grandiosa serie sueca: <b><i>Tres amigos y Jerry</i>,</b> una especie de versión dulcificada de South Park emitida por el Club Megatrix a principios de la década de los 2000. A parte de un contenido bastante explícito, esta serie contaba con un villano insuperable llamado Óscar el Depravado. Este tal Óscar era el vagabundo oligofrénico y sexualmente desinhibido del pueblo, que empleaba sus ratos de ocio en asustar a los niños más pequeños. Tras muchas protestas la serie se retiró, pero ya era demasiado tarde. Óscar el Depravado vivirá siempre en los corazones de quienes lo conocimos cuando todavía carecíamos de la edad y prejuicios necesarios para juzgarle. ¡Va por ti, Óscar!</div>
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<br /></div>
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Los siguientes invitados son tres bebés que, durante su estancia en un orfanato, fueron alcanzados por un rayo convirtiéndose en culturistas con superpoderes rabelesianos; por lo que se llamaron a sí mismos <i><b>Los Megabebes</b></i>. Sus temibles ataques consistían en ahogar a sus enemigos en diversos fluídos corporales: mocos, cera del oído, heces, vómito... A algún listo de los cojones se le ocurrió que la mejor hora para emitir semejante esperpento era la del desayuno -porque a la comida echaban los Simpson, que si no...-</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
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No podemos ignorar al dibujo animado más elegante, señorial y, si me apuráis, con un punto seductor sólo capaz de igualarse al de Bertín Osborne. Me refiero al gran <b><i>Willy Fog,</i></b> que se presentaba a sí mismo en la cabecera tal que así<i> "Soy Willy Fog apostador, que se juega con honor la vuelta al mundo. Aventurero, gran señor, jugador y casi siempre ganador" </i>No sé vosotros, pero yo aquí además de un gentleman, veo un ludópata en potencia. Sin olvidar a su concubina, que sometida al heteropatriarcado, se define de la siguiente manera:<i> "Yo soy Romy, dulce y fiel. Y vivo enamorada de él"</i> ¿Romy? El único destino aceptable para alguien que se llama Romy es abrir una mercería de barrio y ponerle ese mismo nombre. "Lanas y lencería ROMY" Pero a lo que íbamos, que Mocedades lo petó con la canción del principio de Willy Fog, y quien diga lo contrario ¡miente!</div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Leticia Sabater, Enrique del Pozo, un cerdo hormiguero, un vagabundo acosador sexual, los hijos bastardos de Gargantúa y un león británico adicto al juego son algunos de los personajes que han contribuido a educar a varias generaciones de niños españoles que hoy, convertidos en adultos, se echan las manos a la cabeza con las series infantiles actuales y las censuran con falsa superioridad moral de abuelo cebolleta mientras cambian de canal. Para poner Gran Hermano.</div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-62979103070603616242015-03-31T00:04:00.003+02:002018-04-14T14:15:23.483+02:00El masoca interior<div style="text-align: justify;">
Muchos habréis oído hablar de esa movida del niño interior que todos tenemos y con el que, por lo visto, hay que llevarse bien para ser una persona equilibrada. Por el contrario, estoy segura de que nadie os ha mencionado nunca a otra criaturilla que habita dentro de la mayoría de nosotros, nuestro masoca interior, responsable de conductas tan frecuentes y extendidas entre la población como carentes de sentido.<br />
<br /></div>
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Imaginad que os invito a mi casa a comer y cuando estoy rebanando el pan para los canapés, me corto un dedo. Es una herida dolorosa y fea de la que además mana bastante sangre. Vosotros, que sois gente muy cortés y amable, os ofrecéis a curarme con betadine y gasas, o a llevarme al hospital si con lo primero no basta. Entonces yo, con toda naturalidad os digo que no os molestéis, y en vez de lavar la herida, lo que hago es meter la mano afecta el el cubo de la basura y rebozarla bien en mierda. A continuación saco la caja de las herramientas y con unos alicates termino de arrancarme el maltrecho apéndice. Creeríais que me he vuelto loca, algunos os marcharíais despavoridos, otros me llevaríais a rastras al hospital y un tercer grupo, me grabaríais con el móvil y lo colgaríais en algún grupo de <i>WhatsApp.</i></div>
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Sin embargo ninguno nos extrañamos cuando alguien a quien su pareja le acaba de romper el corazón se pasa las tardes y las noches escuchando baladas de Cat Stevens, viendo películas románticas y revisando compulsivamente todas las fotos que tenían juntos, sus cartas de amor y sus regalos. Esta autoflagelación emocional está tan aceptada en nuestra sociedad que hasta se pueden encontrar en <i>Spotify</i> varios recopilatorios de canciones deprimentes especialmente diseñados para la ocasión. Y es que, mis queridos lectores, que levante la mano quien no lo haya hecho, quien no haya alimentado las brasas del desamor con baladas de Skid Row, Maná, Kiss o Queen mientras rememoraba viejos y felices recuerdos. No sois vosotros mismos, sino vuestro masoca interior quien, aprovechando la coyuntura, toma las riendas y se lo pasa teta mientras vosotros sufrís más que Álex Ubago el día de San Valentín. </div>
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<br /></div>
<div>
No obstante, estas criaturillas de nuestra psique son las responsables de una industria que da de comer a muchísimas personas: el cine de terror. Que alguien me explique qué sentido tiene ir a ver una película cuando sabes que te lo va a hacer pasar mal. ¡Ajá! No tiene explicación. Mola y punto pelota. Pagas por recorrer el camino de vuelta a casa mirando hacia atrás, por dormir esa noche con la luz encendida. Pagas en definitiva por una sensación tan desagradable como lo es el miedo. Tú te cagas por la patilla mientras tu masoca interior se lo pasa en grande y disfruta de un zumo de adrenalina recién exprimida de tus glándulas suprarrenales.</div>
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<br /></div>
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El tercer y último ejemplo de la noche, y, dicho sea de paso, mi favorito es el de lo que yo llamo <i>malestar voluntario,</i> la base del éxito de programas como "Cuerpos embarazosos" o "Urgencias bizarras", de algunos vídeos virales o incluso -poniéndonos más finos- del Realismo Sucio. Se define como aquella situación en la que algo te da repelús o desasosiego pero aún así no puedes parar de mirarlo y/o tocarlo. Esto es lo que nos sucede con las espinillas. Sabes que no hay que manipularlas, que en un par de días terminan desapareciendo y sin embargo sientes el irrefrenable impulso de reventarlas. Unas veces eres capaz de contenerte, pero otras sucumbes y terminas explotando alguna a sabiendas de que va a tardar más en curarse e incluso puede que se te infecte. Aún así, te plantas delante del espejo y, ¡pop! Durante unos segundos te invaden simultáneamente dos sentimientos aparentemente incompatibles: grima y paz interior.Tornándose esta última en remordimientos en cuanto ves el estropicio que te has hecho en la cara. </div>
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<br />
Aunque no termino de entender muy bien su significado evolutivo, algo me hace creer que la existencia del masoca interior, al igual que el dedo meñique del pie, a parte de infligir dolor, obedece a alguna razón (todavía desconocida por el hombre). Tal vez el cometido de nuestro masoca interior sea cuidar del niño que todos llevamos dentro para evitar que meta los dedos en un enchufe y nos volvamos locos. O tal vez no.</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-81411225401081107502015-03-11T15:12:00.000+01:002018-04-14T14:14:16.212+02:00Dark side of Facebook<br />
<div style="text-align: justify;">
Como habréis podido observar, he hecho una página de<i> Facebook</i> de<i> Memorias de una Desmemoriada,</i> que no es más que el resultado de un ataque de aburrimiento y egolatría. Si aún no le habéis dado a me gusta, adelante, me daréis una enorme satisfacción únicamente comparable con encontrarme un billete de cinco euros en el bolsillo de un pantalón.</div>
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Mis queridísimos lectores, <i>Facebook </i>y yo tenemos una relación de lo más tormentosa. Tal y como le sucedía a Catulo con Lesbia, lo odio y lo amo al mismo tiempo (sí, a veces me gusta ser un poco pedante ¿pasa algo?). El mayor problema que le encuentro a esta red social -y a todas en general- es que están cambiando nuestra forma de entender la vida en general y el ocio en particular. A mucha gente ya no le sirve con disfrutar, necesita hacer público su deleite, que todo el mundo sepa lo feliz que es y esto crea, cuanto menos, situaciones desesperantes.</div>
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El fin de semana pasado asistí a un concierto de un grupo tributo a Nirvana, éramos cuatro gatos contados (unos 50 humanos aproximadamente) y la mayoría de los ahí presentes parecían estar más pendientes de grabar la actuación con el móvil y sacarse<i> selfies </i>con el escenario de fondo que de saltar berrear y hacer pogo. Evidentemente, todo ese material audiovisual de ínfima calidad iría a parar a <i>Facebook.</i> Me parece más que irónico que cada vez haya más personas que disfruten más exhibiendo sus momentos felices, que con los propios momentos felices en sí. Es la única explicación que le encuentro a este fenómeno.</div>
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Otro ejemplo. Hace un frío que pela y el mejor plan es con diferencia quedarse en casa y a ser posible cerquita de un radiador. Tu madre ha preparado fabada para comer y como ya tienes suficientes flatulencias decides tomarte un té en lugar de un café. Al abrir la caja de las infusiones te encuentras una gran variedad, incluso algunas cuya existencia desconocías. Tu té favorito -o mejor dicho, el único que toleras- es el te negro, pero has leído que el verde es más sano y además te parece más sofisticado, así que te quedas con este último. Con tu taza de <i>Mr. Wonderful</i> a rebosar de humeante te verde, sientes repentinamente un irrefrenable deseo de leer a la generación <i>beat</i>. De modo que coges el libro de Jack Kerouak que lleva muerto de risa en tu mesilla de noche desde que lo compraste hace seis meses en Fnac por recomendación de ese rollete gafapasta que al final quedó en nada. Antes de empezar a leerlo miras cuántas páginas tiene y te cercioras de que la letra tenga un tamaño aceptable, no sea que te estés embarcando en una travesía demasiado ambiciosa. Finalmente comienzas tu lectura mientras disfrutas de las quemaduras de tercer grado de tu lengua cortesía de <i>Hornimans.</i> Lees la primera página, la segunda, la tercera, resulta ser tan entretenido que la cuarta página ya la lees en diagonal. Se te va el santo al cielo y decides -con tal de no seguir leyendo- que sería una buena idea inmortalizar ese momento. Encuadras bien, que se vea la taza con el puto unicornio de los cojones, el papelito del té -que se sepa que es verde- así como el título y el autor del libro que estás leyendo -¡que se sepa que eres culta!. A continuación subes la foto a <i>Facebook </i>con algún mensaje de mierda como: <i>Rainy sunday, tea & books. </i>(Domingo lluvioso, te y libros -para los no angloparlantes) Luego sigues intentando leer el libro, pero te truñe tanto que acabas dejándolo donde lo encontraste; lo mismo sucede con el te verde, cada sorbo que das te parece más asqueroso y menos sofisticado. Al final terminas viendo una película de Susan Sarandon en Telecinco mientras te bebes un Cola-Cao en vaso de cristal Duralex. La película te entretiene mil veces más que el libro, el Cola-Cao está mucho más bueno que el té y estás en la gloria. Entonces...¿por qué no sacas otra foto y la cuelgas en Facebook?</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMUAhf45yI1sH5hUD1b_5TaWvdalI34TMHFWQqJfLY0bKtU4FOnKciGA_qqcp6kI9-OOruZPc7XEN1qrxb10XVQftyA-tzzfkAkyYU8zy0S4zvA68TrrN9WImF5DPGxTnsN_lCGAVuIekb/s1600/dfas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="278" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMUAhf45yI1sH5hUD1b_5TaWvdalI34TMHFWQqJfLY0bKtU4FOnKciGA_qqcp6kI9-OOruZPc7XEN1qrxb10XVQftyA-tzzfkAkyYU8zy0S4zvA68TrrN9WImF5DPGxTnsN_lCGAVuIekb/s1600/dfas.jpg" width="400" /></a></div>
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Luego están esas parejas que exhiben su amor de forma casi obscena. Las cartas de amor siempre han sido, son y seguirán siendo empalagosas, pero como su nombre indica son cartas -no cartas abiertas, ni bandos municipales-, correspondencia privada entre dos personas (a veces tres si algún padre o hermano las encuentra y se parte el ojete furtivamente). ¿Habéis visto alguna vez una carta de amor publicada en La Nueva España, justo al ladito de las esquelas o las cartas al director?¿Y un anuncio por palabras que diga "Mari TKM más que a nada". En cambio, a nadie parece darle apuro poner esas cosas tan íntimas en un sitio donde puede verlo muchísima más gente. A mi, sinceramente, me hace bastante gracia o me resulta indiferente -dependiendo del día-, excepto cuando padezco de mal de amores, que me sienta como una patada en el coxis.</div>
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No puedo concluir sin mencionar al otro extremo, los que en lugar de deslumbrarnos con su felicidad utilizan la red social como si fuera un psicólogo: para contar sus problemas. No pequeños incidentes del día a día como que te cague una paloma en la cabeza. Problemas, PROBLEMAS. Tú lo ves y entras en <b>EL GRAN DILEMA</b>, ¿le doy a me gusta o no? ¿Si le doy a me gusta lo interpretará como que me mola que esté jodido o como una muestra de apoyo? ¿Pondré un meme de un gatito para que se anime?</div>
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Finalmente están lo que yo llamo las telenovelas de Facebook, parejas cuya relación puedes seguir de principio a fin con solo ver sus tablones de Facebook. 1ºCambio de Estado Sentimental 2ºfotos y mensajes empalagosos de los que mencionaba antes 3ºCanción triste + frase lapidaria (PRIMERA DISCUSIÓN) 4ºFoto + texto de 20 líneas acerca de lo mucho que se quieren (RECONCILIACIÓN) 5º Fotos juntos cada fin de semana (LA MAR ESTÁ EN CALMA) 6º Otra frase lapidaria con la palabra decepción y haciendo referencia a terceras personas, pero esta vez sin canción (HUELE A CUERNO QUEMADO) 7 ºCambio de estado a soltero/a. (<i>THE END</i>)</div>
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<br />Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-63989436057657852102015-01-25T17:13:00.001+01:002018-04-09T21:21:36.249+02:00Domingo por la tarde<div style="text-align: justify;">
Los domingos por la tarde deberían abolirse por decreto ley. Acabas de comer y no sabes qué hacer con tu existencia ¿dormir la siesta? ¿poner la tele y tragarte un par de<i> telefilms</i>? ¿oir un poco de música?¿leer? Todos las actividades que durante la semana se perfilaban atractivas, llegada la tarde del domingo se vuelven tediosas.</div>
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<br /></div>
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Miro por la ventana y observo que, para variar, el cielo no está del todo encapotado. Se me pasa por la cabeza llamar a alguna amiga e ir a tomar un café, Pero, joder, es domingo por la tarde y el mero hecho de pensar en quitarme el pijama me produce urticaria. Además no hay nadie por la calle, todos, al igual que esta menda, están en sus respectivas casas muertos del asco, pensando en que mañana tienen que volver a la rutina, haciendo buenos propósitos para la semana que entra y engañándose a si mismos creyendo que los van a cumplir.</div>
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<br /></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjdTNug_e3kq2PvUgv5DT64rwSOUH10ibHL0g79gI0kyQKmiqGZoNJ2LNOQbxI52GgP6SUW2KjpBlrDdp1OPQUlT_lpbTKzDmoqMvhmvK6LYFzktgVdVsVGSuGm3UNtDKOXxdg5v_IpdE0/s1600/Closed.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" height="176" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjdTNug_e3kq2PvUgv5DT64rwSOUH10ibHL0g79gI0kyQKmiqGZoNJ2LNOQbxI52GgP6SUW2KjpBlrDdp1OPQUlT_lpbTKzDmoqMvhmvK6LYFzktgVdVsVGSuGm3UNtDKOXxdg5v_IpdE0/s1600/Closed.jpg" width="200" /></a>El problema es que todo cierra, no hay nada que hacer ni a dónde ir para alienarse. Todo parece invitar a la introspección pero, por muy bien que quede la palabreja en críticas musicales y cinematográficas, es una actividad bastante desagradable para el común de los mortales. Casi sin darte cuenta, la apatía, la insatisfacción y la melancolía terminan por apoderarse de ti. No entiendes muy bien cómo ha sucedido si hace menos de un día estabas por ahí pasándolo en grande con tus amigos o tan a gusto con tu mantita viendo tranquilamente una película. Es la magia negra de los domingos.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A veces pienso en el futuro y me imagino de mayor, rodeada de mis nietos, sentada en un sillón de orejas hablándoles de la vida, de lo divino y de lo humano con la autoridad conferida por la experiencia. Ellos me preguntarán sobre la felicidad y yo les soltaré alguna frasecilla trillada a más no poder sobre que se trata de un estado transitorio, <i>bla bla bla.</i> Y cuando<i> Clara III Jr</i>, la más espabilada de todos, me pregunte cómo se reconoce a un hombre feliz, me colocaré las gafas y le responderé que<b> la verdadera felicidad es aquella que los domingos por la tarde no desaparece. </b></div>
<br />
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<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-65164969312680407652014-12-19T10:10:00.000+01:002018-04-09T21:20:47.756+02:00Wáters ¡qué lugares!<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">El
ser humano es sorprendente. En muy pocos años ha conseguido crear
máquinas capaces de mostrar el interior del cuerpo humano en una
pantalla (sin necesidad de llevar a cabo una vivisección), de
conectar un extremo del planeta con el otro a tiempo real, de
construir robots que realizan tareas de manera más precisa y
eficiente que las personas. No obstante, pese al avance técnico,
científico y artístico todavía hay un par de aspectos que se han
mantenido constantes. Los clásicos temores del ser humano (a la
soledad, la enfermedad y la muerte) son el primero; el otro, mucho
más prosaico, es el que nos ocupa hoy:<b>
los baños públicos y los sucesos paranormales e incómodos que
acontecen en su interior.</b></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><b><br /></b></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo5dWO1jlxEjfogaiGzT0ys7HnsECdXnc75rhhrkUML2op7id22BRVeP_v_E_v9GcouzNRdavSTMsjvKZRtclE65SRejEwpxgM74CYT6nTTG4FnTmeu1QqURKmliWtFYKsU1vdM-8rrbom/s1600/w%C3%A1ter+blog.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo5dWO1jlxEjfogaiGzT0ys7HnsECdXnc75rhhrkUML2op7id22BRVeP_v_E_v9GcouzNRdavSTMsjvKZRtclE65SRejEwpxgM74CYT6nTTG4FnTmeu1QqURKmliWtFYKsU1vdM-8rrbom/s1600/w%C3%A1ter+blog.png" width="200" /></a><span style="font-family: inherit;">En
los aseos públicos de mujeres (puesto que la naturaleza me ha dotado
de dos cromosomas X y, de momento, no cultivo el voyeurismo, son los
únicos sobre los que puedo pontificar con verdadero conocimiento de
causa), sucede un extraño fenómeno que me trae de cabeza. Se trata
de la presencia de gotas de pis en la tapa del wáter. No sería un
suceso inquietante si, como nuestros compañeros machos, contáramos
con ese cilindro mágico pero poco certero que les permite orinar de
pie (aunque sin mucha puntería). A nosotras no nos queda más
remedio que hacerlo sentadas (por si alguien lo ignoraba), y en esta
posición fallar no sólo es complicado, sino que tiene mérito. Por
eso,<b> cada vez que entro en un
baño público y encuentro esas doradas perlas adornando la
porcelana, no hago sino preguntarme cómo han llegado hasta ahí.</b>
Así, tras meses de incesante investigación, resolviendo
complejísimos problemas de física y mecánica de fluídos he dado
con la respuesta, que se halla, como tantas otras, en un<b>
círculo vicioso</b>. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">En el inicio
de la jornada la persona encargada de la limpieza lleva a cabo su
cometido fregando y desinfectando con esmero los inodoros (que de
inodoros suelen tener poco), a continuación alguna mujer escéptica
y temerosa de adquirir una infección urinaria acude a aliviar sus
necesidades y a pesar de ver el retrete limpio como una patena,
decide forrarlo de papel higiénico y, no contenta con eso, <i>mear
a pulso</i>. Esta última
operación se complica si tenemos en cuenta algunas circunstancias
como el nivel de alcoholemia, la ausencia de una percha donde colgar
el bolso,o la intensidad y duración del chorro. De esta forma se
incrementa exponencialmente las posibilidades de errar y salpicar.
Tras la escéptica sin puntería, entra otra que al ver que la tapa
ha sido mancillada con orines, repite la operación y empeora el
estado del baño en cuestión. Esta situación tiene lugar
reiteradamente con un número variable de usuarias hasta que,
finalmente, da pena, dolor y asco entrar.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Otro
asunto reseñable son las extrañas e incómodas situaciones que
albergan estos lugares, y de las que estoy segura que habréis sido o
seréis partícipes a lo largo de vuestra vida. Situémonos pues en
un <b>baño emblemático que todos
los asturianos y asturianas que se precien de serlo han utilizado
alguna vez.</b> Me refiero al de
la estación de servicios de <b>Villalpando</b>,
ese pueblo zamorano en el que el ALSA que nos conecta con la capital
hace una parada de veinte minutos hacia la mitad del trayecto
(coincidiendo casi siempre con el momento en el que estás a punto de
caer en los brazos de Morfeo). Tú, siguiendo los consejos que te
fueron dados en la más tierna infancia, has hecho tus necesidades
fisiológicas antes de salir de casa y apenas has tocado la botella
de <i>Fuensanta </i>por
la que te clavaron en la estación de origen. <b>No
obstante, el autobús ha parado y eso significa que tienes que hacer
pis, con o sin ganas,</b>
no sea que después sientas la llamada de la madre naturaleza y
tengas que aguantar las dos horas y media restantes. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo5dWO1jlxEjfogaiGzT0ys7HnsECdXnc75rhhrkUML2op7id22BRVeP_v_E_v9GcouzNRdavSTMsjvKZRtclE65SRejEwpxgM74CYT6nTTG4FnTmeu1QqURKmliWtFYKsU1vdM-8rrbom/s1600/w%C3%A1ter+blog.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="font-family: inherit;"></span></a><span style="font-family: inherit;">Así que te
adentras en el baño con la mente ocupada en reproducir la
onomatopeya “pssssssss”, sin emitir sonido alguno, y te das
cuenta que el resto del autobús ha tenido la misma idea que tú, por
lo que se ha formado una cola más larga que la del Conde Lecquio. El
baño se ha convertido de pronto en un ascensor lleno de gente que,
harta del viaje, evita por todos los medios que sus miradas se
crucen o entablar alguna conversación. Para ello cada quien examina
las humedades del techo, el barrillo negruzco del suelo, el móvil,
se retocan el pelo en el espejo... lo que sea con tal de no hablar ni
que te hablen. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Finalmente <b>llega
tu turno</b>,
la venerable ancianita que te precedía deja una cabina libre y, a
parte de la inexorable gotita de pis en la tapa, <b>¡huele
como el mismísimo Mordor! </b>La
viejecita por lo visto está podre. ¿Y ahora qué? ¿Entras y mueres
asfixiada? ¿Esperas por otra cabina rompiendo las normas no escritas
de la cola y desafiando la mirada, mitad inquisidora mitad
avergonzada, de la señora? ¿Te vas de Villalpando sin hacer pipí?
Eso último...¡jamás! Te armas de valor, entras conteniendo la
respiración y haces lo que toca mientras lees las decenas de nombres
de parejas, iniciales, corazones y fechas que han ido adornando las
paredes y la puerta del cubículo desde la última vez que lo
pintaron. Allá por 1999. </span>
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "cambria" , serif;"> </span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<!-- Blogger automated replacement: "https://images-blogger-opensocial.googleusercontent.com/gadgets/proxy?url=http%3A%2F%2F4.bp.blogspot.com%2F-LZSpzSRBqas%2FVJPqMG2qGSI%2FAAAAAAAAAP4%2FnERBknWMMo0%2Fs1600%2Fw%25C3%25A1ter%252Bblog.png&container=blogger&gadget=a&rewriteMime=image%2F*" with "https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo5dWO1jlxEjfogaiGzT0ys7HnsECdXnc75rhhrkUML2op7id22BRVeP_v_E_v9GcouzNRdavSTMsjvKZRtclE65SRejEwpxgM74CYT6nTTG4FnTmeu1QqURKmliWtFYKsU1vdM-8rrbom/s1600/w%C3%A1ter+blog.png" -->Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-50187581122025358382014-12-02T12:11:00.003+01:002018-04-09T21:19:18.187+02:00Yano ya no cuenta cuentosLa otra noche estaba viendo por enésima vez un capítulo de los Simpson en la tele. Durante el intermedio, lejos de hacer algo productivo con mi existencia, o simplemente cambiar de canal, me quedé tirada tragándome todos y cada uno de los anuncios que, dadas las fechas y el público mayoritario de los Simpson, no podían ser más que de juguetes.<br />
<br />
Si bien algunos no han cambiado, véase <i>El Cocodrilo Sacamuelas</i>, o el <i>UNO</i> -que existen desde que el mundo es mundo y Jordi Hurtado presenta <i>Saber y Ganar</i>- otros, en cambio, han introducido aspectos novedosos para adaptarse a las necesidades de los niños del siglo XXI. <b>El <i>Micronova </i>y el <i>Alfanova</i> se han hecho a un lado para dejar paso al <i>Make Your Case</i>,</b> una estación de manufactura infantil de fundas de teléfono móvil al más puro estilo taiwanés.<br />
<br />
El viejo <b>robot</b> <i><b>Emilio,</b></i> que en otro tiempo fue deseado por todos los niños, ahora va de gasolinera en gasolinera ofreciendo sus servicios a recios camioneros, a cambio de un trago de aceite de motor que le ayude a olvidar su penosa situación. <i>La vida es así </i> -se repite a sí mismo- <i>una década presides el baúl de los juguetes del niño rico de la clase, y a la siguiente estás en el contenedor amarillo, entre botellas vacías de lejía y Coca-Cola.</i> Porque, mis queridos lectores, la tecnología punta de los juguete ya no funciona a pilas C, ahora consiste en tablets para niños -que vienen siendo tablets normales, pero más<i> mierder</i> y con filtros anticochinadas- que funcionan con cargador. Ellas, y sólo ellas, son las culpables de que <i>Emilio</i> y <i><b>Yano Cuentacuentos</b></i> estén en la mendicidad.<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4HZJK3hB66rZw6irn06_0fjEQ08E-wDxnRRVIq3lxBX8ApVOeGlhkBxjB9_HeOgGtGTCz65My6AnjsCR8ihXT1s6TTE53rmuXiuIFQjjLfdxInlGbyV0uEqmaxNEm0NR2nGToYH2uIzWo/s1600/yano+cuentacuentos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4HZJK3hB66rZw6irn06_0fjEQ08E-wDxnRRVIq3lxBX8ApVOeGlhkBxjB9_HeOgGtGTCz65My6AnjsCR8ihXT1s6TTE53rmuXiuIFQjjLfdxInlGbyV0uEqmaxNEm0NR2nGToYH2uIzWo/s1600/yano+cuentacuentos.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Yano Cuentacuentos.<br /> Nadie sabe si era un animal del bosque o un anciano. </i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
No os creáis que todo es progreso, de hecho el juguete que me inspiró para escribir este artículo poco tiene que ver con esa palabra. Me refiero <i><b>La vaca loca,</b></i> un juego de mesa en el que lo peor, lamentablemente, no es el nombre. El invento en cuestión consiste en una vaca de plástico con cuatro ubres de goma que los niños ordeñan en función de los designios de un dado. Al tirar de las ubres puede pasar una de estas tres cosas -se entiende que de forma aleatoria-: a) A la vaca le sale por el ojete un vaso de leche, haciendo que el jugador sume un punto. b) Que cague una boñiga, restando un punto. c) Que le salten los ojos, poniendo así fin a la partida. ¿QUÉ COJONES SE FUMAN LOS CREATIVOS DE IMC? La única explicación que se me ocurre para que tal esperpento haya visto la luz, es que el director de los videoclips de Leticia Sabater ahora se dedique a fabricar juguetes.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbPai_we-yq6HwU-9pFrTs2T6nwdcylMI65-7JPIeyroDRiY7MpF_In7aynRfik5D00zghluh-8Dpy9NWwgL0hfdbJ72ohiUU6t9-TbET_1YXpjYZ0W18KFlrM_n_W_y0JTvumyK2usrF4/s1600/fotos+blog.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="329" data-original-width="344" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbPai_we-yq6HwU-9pFrTs2T6nwdcylMI65-7JPIeyroDRiY7MpF_In7aynRfik5D00zghluh-8Dpy9NWwgL0hfdbJ72ohiUU6t9-TbET_1YXpjYZ0W18KFlrM_n_W_y0JTvumyK2usrF4/s320/fotos+blog.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
Y es que estas navidades las heces están de moda. Los perritos animados ya no sólo pasean al apretar el botón de la correa, ahora, en un innecesario afán de realismo, los hay que también echan ñordos. ¿No os lo creéis? Ya lo haréis cuando piséis una caca de plástico por la calle, y la madre de una niña os increpe por romper el juguete de reyes de su hija.<br />
<br />
El último artículo digno de mención es <i><b>Nenuco Está Malito</b></i>, un pequeño homenaje a la medicina decimonónica. El juguete en cuestión está compuesto por el Nenuco enfermo, una mantita, y demás artilugios médicos (termómetro, jeringuilla, etc.). Por lo visto, Nenuco tiene encima un gripazo de la leche con mucha fiebre y, para curarlo tienes que taparle con la mantita hasta que empiece a sudar la fiebre por la frente. Según las declaraciones de prensa de los ingenieros de Famosa, es probable que el año que viene tengan lista la siguiente versión de este juguete, en la que Nenuco convulsionará, y además podrás hacerle una sangría para sacarle el espíritu de Satanás y así curarlo definitivamente.<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaRCWkI5x96_dnhWZek4aPgs0KzjG702bUXWLYUA4atQg2NKR-c6m7KZZL2pw_a7HRKlg6FqJnTI9UpQ8sGH7Z37khRuJRsuM9Jeg8vYVc4AjCNfK0fT4TO9ILKALeQ1kdfJ2A0YMOKOHY/s1600/nenuco-esta-malito.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaRCWkI5x96_dnhWZek4aPgs0KzjG702bUXWLYUA4atQg2NKR-c6m7KZZL2pw_a7HRKlg6FqJnTI9UpQ8sGH7Z37khRuJRsuM9Jeg8vYVc4AjCNfK0fT4TO9ILKALeQ1kdfJ2A0YMOKOHY/s1600/nenuco-esta-malito.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Ojo a la cara de estreñimiento del pobre Nenuco</i></td></tr>
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Ya sabéis, si no tenéis nada mejor que hacer estas vacaciones de Navidad, daos una vuelta por el <i>Toys´r Us</i>, y flipad.<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-24464672153620377012014-10-09T01:20:00.000+02:002018-04-14T14:12:55.592+02:00Usos y costumbres del refinado interlocutor virtualEl ser humano es un ser social y ególatra por naturaleza. Necesita dar a conocer su opinión -por estúpida que sea- a los demás y que ellos la aplaudan. (Evidentemente, mi blog es la excepción que confirma la regla). Una buena forma de hacerlo es pontificar sobre las noticias de actualidad del momento. Este ritual que antes tenía lugar en bares, cafeterías, o en frente de la máquina de café; ahora -como tantas otras cosas- se ha trasladado a la red. Así, nuestras palabras, lejos de irse mecidas por el viento, quedan plasmadas para la posteridad en un comentario de Facebook que, aunque borremos, permanecerá encriptado por lo siglos de los siglos en algún lenguaje de esos que sólo algunos frikis elegidos entienden. <br />
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La situación comunicativa ha cambiado por completo y puede que a algunos de vosotros os cueste adaptaros. Actuáis como si todavía estuvierais intercambiando opiniones en la peluquería, la cola de la pescadería o el Bar Pepe, cuando en realidad estáis escribiendo en la página de un periódico digital que leen miles de personas. Consciente de vuestro problema, voy a dedicar el post de hoy a enseñaros, mediante<b> 5 sencillísimos consejos</b>,<b> cómo comentar en la versión digital de un periódico de tirada nacional o autonómica. </b>Si prestáis atención y os aplicáis, cuando acabéis de leer este artículo ya seréis unos modernos interlocutores del siglo XXI, preparados para dejar vuestras eruditas opiniones en el Facebook de<i> La Nueva España </i>y cosechar docenas de <i>me gusta. </i><br />
<i><br /></i>
1. Antes de comenzar, asegúrate de que tienes bien puestas las manoplas de cocina. Si como Chuck Norris sacas los bizcochos del horno con las manos desnudas,<b> asegúrate de tener configurado el teclado de tu móvil o tablet en chino mandarín </b>para no cometer el error, propio de novatos, de escribir un párrafo inteligible, coherente, con concordancia gramatical y corrección ortográfica.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmcNTWjVLioKmWjBunob4k9KsGWA8496Y0C3w8ZuIuyUOTtbsVbPb8t22I7lmhjvqVw_Pl-g_JGKouoYYnl_rbTdMn40nU8oRe1AB-n-xu8YWbzvipKx22kTfEdjdCb3t11CMQLCYrAjJK/s1600/12.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="96" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmcNTWjVLioKmWjBunob4k9KsGWA8496Y0C3w8ZuIuyUOTtbsVbPb8t22I7lmhjvqVw_Pl-g_JGKouoYYnl_rbTdMn40nU8oRe1AB-n-xu8YWbzvipKx22kTfEdjdCb3t11CMQLCYrAjJK/s1600/12.JPG" width="400" /></a></div>
<span style="font-size: x-small;">Como podéis observar, el número de me gusta es inversamente proporcional al de tildes y comas empleadas. </span><br />
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2. <b>Coge tu retórica, tus argumentos formalmente correctos y métetelos por donde te quepan.</b> En su lugar emplea términos como <i>rojosdemierda </i>y <i>fachasdelculo, </i>y si puedes, a la mínima saca a pasear a Franco, Stalin y Hitler (para dejar constancia de tu vasta cultura, no te olvides de indicar que este último llegó democráticamente al poder).<br />
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3. Si te quedas en blanco y no sabes qué decir, no te calles, utiliza estás cuatro palabras: <i><b>así va el país.</b> </i>No importa cuál sea la noticia, puedes aplicar esta expresión a cualquier titular, legitimando de esta forma tu superioridad moral a la vez que recuerdas al resto -por si lo habían olvidado un segundo- la decadencia de nuestro país. Da lo mismo que la noticia vaya sobre un escándalo de corrupción, que sobre un asesinato, o sobre un cocinero que se mea en el puchero...<b>¡ASÍ VA EL PAÍS! </b>Es sencillo, ¿practicamos?<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIr0jSjvPPxLvBGHXxwqJsTf7dkMq1VMmIJ7rvcDnLUWoN3nPtvy6_PHnhyaoP6r6u3HiHkTXz0LQUz_ejc7u_yg9fVDB5wLeAd6IW8_dcbOgaKcIxcR2fIplF-FjTnZb5nhypR-ECmeFO/s1600/14.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIr0jSjvPPxLvBGHXxwqJsTf7dkMq1VMmIJ7rvcDnLUWoN3nPtvy6_PHnhyaoP6r6u3HiHkTXz0LQUz_ejc7u_yg9fVDB5wLeAd6IW8_dcbOgaKcIxcR2fIplF-FjTnZb5nhypR-ECmeFO/s1600/14.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">¡ASÍ VA EL PAÍS!</td></tr>
</tbody></table>
4. Si la opinión de otro desconocido es diametralmente opuesta a la tuya, coge el respeto y la tolerancia y te lo metes por el mismo orificio que la ortografía y la retórica.<b> La gente tiene la mala costumbre de pensar diferente a ti, y tú estás en la obligación de afearles esa conducta </b>y corregila -si son listos, te lo agradecerán-. No te molestes en razonar con tu interlocutor, simplemente hazle saber que es un "impresentable", un "animal" y "un salvaje". Insultos idóneos para estas situaciones. Si te gustan los clásicos, puedes echar mano de banderas, colores, ideas políticas y, por supuesto, no dejes pasar la ocasión de llamarle "Nacional Socialista". También puedes sentenciar "¡Así va el país...con gentuza como tú!" Y no te olvides de mencionarle en tu comentario, para que lo lea y recapacite.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNuWkzAS7VcNpjCSYliaLexgsOiWyQyh4Il05rw8x5Swxc5t9jwJNHHCetUFDF5kDHCaYhIpu5OgB5y5Yv1m49L7jmGX7rxRGK_ZCLux5s6Q4SVWnT-3yvFlpEbsI4CPR5sYsSpqjTX_0S/s1600/15.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNuWkzAS7VcNpjCSYliaLexgsOiWyQyh4Il05rw8x5Swxc5t9jwJNHHCetUFDF5kDHCaYhIpu5OgB5y5Yv1m49L7jmGX7rxRGK_ZCLux5s6Q4SVWnT-3yvFlpEbsI4CPR5sYsSpqjTX_0S/s1600/15.JPG" width="400" /></a></div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-_crawNgaMSVG6CcYBni7gQXutDH9NK15dHSWj06HAn691UdxmJNHZWcUt6W_FDIhzmH2U2ihvddy5t6_6lnzWIqpekZIUE4XjWXe2zdL3oSO8sCdim5uhjsj_4bgclYn_FzrEVaOydUB/s1600/16.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="93" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-_crawNgaMSVG6CcYBni7gQXutDH9NK15dHSWj06HAn691UdxmJNHZWcUt6W_FDIhzmH2U2ihvddy5t6_6lnzWIqpekZIUE4XjWXe2zdL3oSO8sCdim5uhjsj_4bgclYn_FzrEVaOydUB/s1600/16.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Discusión de lo más sosegada acerca de qué hacer con el perro de la paciente enferma de ébola.</td></tr>
</tbody></table>
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5. Si puedes, y tienes ocasión <b>enzárzate en discusiones bizantinas con desconocidos</b>. El sexo de los ángeles, el aborto, la eutanasia, la existencia de Dios... seguro que obtienes resultados de lo más fructíferos y solucionas el problema. Y si no... siempre puedes montar un club de debate, o mejor...¡de lucha libre!</div>
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Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-59219804055972328712014-09-14T20:37:00.003+02:002018-04-14T14:47:12.555+02:00EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON NO ES TAN CURIOSOEl viernes me dormí, motivo por el que no tuve tiempo de prepararme el bocadillo que sería mi almuerzo. Una vez en la calle, decidí parar en una panadería para comprar algo que comer al mediodía. La chica de detrás del mostrador, apenas un par de años mayor que yo, se dirigió a mi como si estuviera hablando con una discapacitada mental. Cualquiera de vosotros, mis queridos lectores, os hubierais sentido incómodos u ofendidos al creer que esa chica os estaba vacilando. Por el contrario, esta servidora, acostumbrada, no le dio más importancia, pues sabía que no lo estaba haciendo de mala fe. Finalmente, la panadera formuló la pregunta que yo ya me esperaba: <i>¿Ya empezaste el cole?</i> No tenía tiempo para sacarla de su error, así que asentí con cara de pena, cogí mis empanadillas junto con la vuelta, y me fui.<br />
<br />
A mi, como al pobre Benjamin Button al final de su vida, toda la gente que no me conoce y se topa conmigo en contextos que pueden dar lugar a confusión, me echan menos edad de la que tengo. Cuando tienes cuarenta años y te echan treinta y tres, te dan una alegría, pero te siguen tratando de la misma forma, tengas siete años más o siete años menos. Por el contrario, la cosa cambia cuando, como yo, estás en la franja de los veinte y te quitan tantos.<br />
<br />
Mi constitución delgada y de baja estatura, que cualquier abuela asturiana de pueblo definiría como "ruinuca", me ayuda a mantenerme en los catorce o quince años. A esto hay que sumarle que el día que se repartieron los pies resistentes a los tacones, yo estaba en la cola de pulgares que se desencajan a voluntad -mucho más resultón en reuniones informales, pero menos útil en el día a día- por lo que mi indumentaria tampoco me pone demasiados años encima. Finalmente, no me ha quedado más remedio que aceptar mi condición de eterna preadolescente y aprender a sacarle partido. Mientras las f<i>emme fatale </i>tienen que recurrir<i> </i>a sus <i>armas de mujer </i>para recibir un trato especial, a mi me basta con desmaquillarme, ponerme un jersey de Snoopie, y hacerme una coleta para que la gente me trate bien, sin miradas rijosas, ni segundas intenciones. Así, disfruto del trato amable que se les da a los menores -en la tienda, en la parada del autobús, en los aeropuertos, etc.- y cuando necesito que me tomen más en serio, me basta con sacar el DNI que acredita mis casi 21 primaveras.<br />
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Cuando paseo por la calle y me paran los de WWF pidiéndome que me haga socia para salvar al tití leonado, en lugar de poner las típicas excusas de <i>no, es que ya pertenezco a Green Peace, lo siento, no tengo tiempo, etc.</i> y sufrir sus caras de desaprobación, les digo con mi mejor sonrisa que soy menor de edad, y me dejan en paz automáticamente. A veces, si el activista es guapo y yo estoy de buen humor, añado un <i>pero cuando cumpla los 18 pienso hacerme socia</i>. Él recupera su fe en las nuevas generaciones y yo no me inscribo. Todos salimos ganando, excepto el tití leonado.<br />
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Mi aspecto da lugar a situaciones de lo más variopintas: me han parado en una frontera, jovenzuelos imberbes han intentado ligar conmigo, los niños se niegan a aceptarme como figura de autoridad y algunos pacientes me miran con pavor y sorna a partes iguales cuando estoy de prácticas en el hospital. Aunque sin duda alguna, mi favorita tuvo lugar el año pasado.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKQAWnGUwzPQnn3uMu6Ly0BjWlVUhqhz-Qn-voY5uzdsxpF__RlRkMV4L3vBBaiP03oPw0_eLTlUZAI5_bwPTZMGINOSbP_-i1hLoz8q-F-cdCRPDqwnJ7_OEoP2o2MQDHY6TZ1NvQ3jZs/s1600/The_Curious_Case_of_Benjamin_Button_34.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="132" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKQAWnGUwzPQnn3uMu6Ly0BjWlVUhqhz-Qn-voY5uzdsxpF__RlRkMV4L3vBBaiP03oPw0_eLTlUZAI5_bwPTZMGINOSbP_-i1hLoz8q-F-cdCRPDqwnJ7_OEoP2o2MQDHY6TZ1NvQ3jZs/s1600/The_Curious_Case_of_Benjamin_Button_34.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Era por la mañana y yo estaba sola en casa estudiando para un examen. Llevaba puesto un pijama de franela de Primark con estampado de osos panda, una coleta y las gafas. El colmo de la madurez y la sensualidad. Ahí me encontraba, intentando memorizar los tipos de diarrea cuando sonó el timbre. Era una chica del círculo de lectores, y como ya me había oído acercarme a la puerta, pegar el ojo a la mirilla y preguntarle <i>¿quién es?</i>, no me quedó más remedio que abrirle.<br />
-Hola, ¿están tus papis? -me preguntó-<br />
-No<br />
-¿Y estás con alguien mayor?<br />
-No -sé que pude haber acabado con todo diciendo que yo era mayor de edad, pero igual intentaba vendérmelo a mí, y, además, me estaba haciendo tanta gracia la voz de deficiente que ponía para hablar conmigo que pensé <i>Show Must Go On.</i><br />
<i><br /></i>
Era muy insistente, tanto que estuvo hablándome diez minutos sobre la gran cantidad de colecciones de literatura infantil que el Círculo de Lectores podía ofrecerme a muy buen precio. Que se lo dijera a mis <i>papis. </i>La tentadora oferta, además incluía una enciclopedia escolar perfecta, en palabras textuales,<i> para hacer los trabajos del cole. </i>Yo alucinaba como nunca antes lo había hecho, porque me daba la sensación de que esa mujer no se imaginaba, ni de lejos, mi edad.<br />
-No sé si esa enciclopedia me servirá -le dije con toda la mala intención del mundo-<br />
-¡Cómo no te va a servir! A ver vida, ¿en qué curso estás?<br />
-Tercero de carrera -respondí, y antes de que abriera la boca añadí- tengo veinte años.<br />
No se lo creía. Estaba tan descolocada que hasta me dio pena.<br />
-¡Ay! Y yo que te echaba nueve años.<br />
¿¡Nueve!? ¡Acababa de batir mi propio record! Era comprensible que estuviera desconcertada. Yo en su lugar también habría flipado. Finalmente, opté por acabar con ese momento tan violento para ella con la frase que utilizo siempre en este tipo de situaciones y que, por si acaso, ya se decir en más de quince idiomas:<br />
-Me conservo bien.<br />
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<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-5072197065824434532014-05-15T21:24:00.000+02:002018-04-09T21:04:47.934+02:00ANESTESIA GENERALSu corazón late mientras los hombres de traje, como carroñeros, le extirpan los órganos más valorados en el mercado negro.<br />
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Lo han engañado y en lugar de solucionar sus problemas, como le prometieron, cuando se despierte -si es que alguna vez lo hace- no será sino un desecho. La sombra de lo que siempre quiso ser.</div>
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-Gracias por confiar en nosotros, haremos que te recuperes -le dijeron- y acto seguido procedieron a anestesiarlo. Primero lo sedaron, no con benzodiacepinas, sino con un Madrid -Barsa, con la final de <i>La Champions</i>, con medios de comunicación descaradamente tendenciosos y sensacionalistas, con el último escándalo de Belén Esteban o del Rey... antes de que se diera cuenta ya tenía un tubo en la tráquea y una vía en la yugular conectada a una bomba de infusión de hipnóticos. La situación requería una disminución masiva del nivel de conciencia imposible de alcanzar con los anestésicos habituales, por lo que decidieron recurrir a otras medidas. Para lograr el efecto buscado le inyectaron abundante sectarismo, tres dosis de deformas educativas y materialismo a chorro. </div>
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Sucede que los pacientes, a pesar de estar bajo los efectos de la anestesia, en ocasiones tienen espasmos que ponen en peligro el buen discurrir de la operación. Para evitar estas contracciones se emplean fármacos que producen parálisis muscular. No hicieron falta. Bastó con darle al paciente "algo que perder": un coche, un crédito y una ficticia sensación de libertad que le impidiera moverse más de lo que les convenía. </div>
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Finalmente, antes de empezar con la cirugía se debe administrar un analgésico potente, pues, aún sin conciencia, el cuerpo acusa el daño causado por las incisiones, suturas y demás procedimientos.<br />
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-¿Qué le ponemos para el dolor? -preguntó uno de aquellos cirujanos de traje y corbata-</div>
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-¡Nada! Está alienado y paralizado -contestó otra- si le duele...</div>
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-¡Que se joda! - gritaron todos al unísono entre carcajadas</div>
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Tendido sobre la mesa de operaciones, abierto en canal, inmóvil y aturdido el pueblo se retuerce de dolor mientras ellos exprimen hasta la última gota de su sangre.</div>
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Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-62368868836336434112014-04-23T23:26:00.001+02:002018-04-09T20:50:34.070+02:00CONTRADICCIONES<div>
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¡Ilusa de mí! Creía que lo había visto todo hasta que encendí el televisor y me encontré a un joven y <i>colocado</i> Bob Dylan hablando a toda velocidad sobre pájaros, perros, cigarros y comisiones. No era más que el nuevo anuncio de un conocido banco.</div>
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¡Un icono de la contracultura convertido en imagen de una entidad bancaria! ¡De la filial Española de ING Direct! </div>
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<i>Blowin´ in the wind</i> comenzó a sonar en mi cabeza y al llegar a la tercera estrofa no sabía si reír o llorar.</div>
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<b><i style="color: #444444;">How many times must a man look up </i><span style="color: #444444; font-style: italic;">before he can see the sky? </span></b></div>
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Lo cierto es que a toda la gente que está en la calle por culpa de los desahucios -y la legislación hecha por y para proteger los intereses de los bancos- le basta con mirar una vez hacia arriba para ver el cielo puesto que no tienen un techo bajo el que dormir.<br />
<i><b><span style="color: #444444;">How many ears must one man have </span><span style="color: #444444;">before he can hear people cry? </span></b></i></div>
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<span style="color: #444444;"> </span>Aquí los llantos y las súplicas de justicia de aquellos que han perdido todos sus ahorros por la estafa de las preferentes suenan tan alto que todos, a excepción de la justicia, los oímos. ¿Usted los escuchó cuando firmaba la autorización para ceder su imagen a ING Direct?<br />
<b><i style="color: #444444;">How many deaths will it take </i><i style="color: #444444;">till he knows </i><i style="color: #444444;">that too many people have died? </i></b></div>
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Supongo que hacen falta más suicidios Bob, a pesar de que, aunque no aparezca en los medios,demasiadas personas se han quitado la vida por culpa de esta crisis. </div>
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No obstante, no hace falta cruzar el charco para encontrar más ejemplos de artistas que necesitan una lección de coherencia. Todos hemos cantado en alguna ocasión las pegadizas letras de Ska-p <i>("Legalización", "El vals del obrero", "España va bien", "A la mierda", etc) </i>a las que a veces no les falta razón.Claro que predicar a favor de la revolución, el anarquismo y el desmantelamiento del sistema a través discos producidos por Warner Music es, a mi entender, como hacer una pintada antitaurina con sangre de toro. </div>
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¡Qué loco está el mundo!</div>
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Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-1402582245433046722014-04-05T13:22:00.001+02:002018-04-09T21:01:57.453+02:00Carta corta a Kurt<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Hoy, 5 de abril, se han cumplido 20 años
de tu suicidio. De ese día en que, según cuentan, agarraste tu
rifle de perdigones, lo apretaste contra tu cabeza y … ¡boom! <i>Te
convertiste en Chocapic </i>y, de paso, en otra leyenda del rock.
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMpQskJ78qM2GmamYhlzRnXrZjZPfJMGHgu570_Jj7Yqz9jv31EZgOfdJT9X-kwGggK1_tHOYevMW-t9RyZZtuO2JGA8XI3hp9jbaVQlSBvQOiDzhLGz1KzFSZhuWNMNHFH8YJ7x84KE48/s1600/IMG_20140405_130144.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMpQskJ78qM2GmamYhlzRnXrZjZPfJMGHgu570_Jj7Yqz9jv31EZgOfdJT9X-kwGggK1_tHOYevMW-t9RyZZtuO2JGA8XI3hp9jbaVQlSBvQOiDzhLGz1KzFSZhuWNMNHFH8YJ7x84KE48/s1600/IMG_20140405_130144.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: inherit;">Por aquel entonces, yo todavía no
tenía control sobre mis esfínteres, ni tampoco conciencia de nada
de lo que sucedía. Pertenezco a una generación posterior y muy
distinta a la tuya, la del DVD, el MP3, internet y las redes
sociales...No sé rebobinar un casette con un lápiz, ni cómo huele
la colonia Chispas. En definitiva, soy de esa generación que ya no
regala discos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMpQskJ78qM2GmamYhlzRnXrZjZPfJMGHgu570_Jj7Yqz9jv31EZgOfdJT9X-kwGggK1_tHOYevMW-t9RyZZtuO2JGA8XI3hp9jbaVQlSBvQOiDzhLGz1KzFSZhuWNMNHFH8YJ7x84KE48/s1600/IMG_20140405_130144.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="font-family: inherit;"></span></a><span style="font-family: inherit;">Cuando nos conocimos yo no pasaba por
mi mejor época; tenía el aspecto de <i>un Picassso</i>,
pues cada parte de la cara me crecía a distinto ritmo, además me
acababan de pegar un horrible aparato a los dientes, aunque, sin
duda, lo peor de todo era el hecho de estar descubriendo que el
mundo, lejos de ser como creía, era un asqueroso vertedero y yo,
otra bolsa más de basura que <i>apestaba a espíritu
adolescente</i>. Fue entonces
cuando descubrí a Nirvana y te desenterré para mí.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Desde el principio
me identifiqué con tu voz y tu guitarra sucia y distorsionada,
que proclamaban la misma rabia, desencanto y frustración que yo sentía
por aquellos años.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">¡Por fin alguien
que me comprendía! Lástima que llevaras más de una década muerto,
pero eso no supuso obstáculo alguno para que te convirtieras en mi
ídolo, mi héroe, mi gurú.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">Un día, mientras
preparaba la Prueba de Acceso a la Universidad mi vista se posó
sobre el póster de tu cara que adornaba mi habitación. Me levante
de la silla y con las mismas lo arranqué y, tras enrollarlo
cuidadosamente, lo guardé bajo mi cama. Lo siento, un adicto a la
heroína vencido por sus problema mentales no se merece ese lugar. No
eres un ejemplo de conducta para nadie y lo sabes, de hecho siempre
lo supiste, pero yo acababa de darme cuenta. Mi adolescencia estaba
llegando a su fin.
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">De eso hace ya
algunos años. No he colocado nada encima y aunque tu póster ya no
está, todavía puedo distinguir la marca que dejó en mi pared y que
parece volverse más nítida esos días aislados en los que las
brasas, aún calientes, de la rabia adolescente chispean en un inútil
intento por volver a encenderse.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: inherit;"> </span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">
<span style="font-family: inherit;">Sigue descansando
en paz, amigo:</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"> tu
colega póstuma</span></div>
<!-- Blogger automated replacement: "https://images-blogger-opensocial.googleusercontent.com/gadgets/proxy?url=http%3A%2F%2F1.bp.blogspot.com%2F-UiL2zjFjZkI%2FUz_kETQWwKI%2FAAAAAAAAAIQ%2FcYAX0oT8YK8%2Fs1600%2FIMG_20140405_130144.jpg&container=blogger&gadget=a&rewriteMime=image%2F*" with "https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMpQskJ78qM2GmamYhlzRnXrZjZPfJMGHgu570_Jj7Yqz9jv31EZgOfdJT9X-kwGggK1_tHOYevMW-t9RyZZtuO2JGA8XI3hp9jbaVQlSBvQOiDzhLGz1KzFSZhuWNMNHFH8YJ7x84KE48/s1600/IMG_20140405_130144.jpg" -->Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-15714168337170961812014-02-01T21:25:00.001+01:002018-04-15T12:50:39.090+02:00De ciudades pequeñas y complejos grandesHola a todos:<br />
<br />
Cuando los GEOS llaman al timbre y dicen que vienen por la catástrofe de nivel 3 yo ya sé que se refieren al antro en el que se ha ido convirtiendo mi habitación durante la convocatoria correspondiente. Entonces, les digo que pasen, nos tomamos un café y después entre esos dos señores con chaleco antibalas y yo, adecentamos mi cuarto.<br />
La cuestión es que me hallaba colocando libros y libretas cuando en una de estas últimas encontré lo que era el principio de un post, no más de una cuartilla. Así que ya que en su día resolví que se trataba de un tema de tal importancia que se merecía un espacio en este mi blog, no cabe más que dedicarle la entrada de hoy a...(redoble de John Bonham) <u style="font-weight: bold;">las ciudades pequeñas</u>.<br />
<br />
El primer problema se plantea a la hora de establecer la frontera pueblo-ciudad. En esto los anglosajones nos llevan la delantera, pues tienen tres palabras:<i> vilach (o village)</i> que es pueblo, <i>city</i> que significa gran ciudad y, la que nos interesa en este momento, <i>taun (o town)</i> que se definiría como ciudad pequeña. El castellano, sin embargo, es mucho menos preciso en este aspecto, así el término "ciudad" es aplicable a poblaciones con un tamaño más que diverso, desde Zamora (capital de provincia) con sus 65.000 habitantes hasta Madrid con sus tres millones<i> y pico, </i>por poner un ejemplo. La población nativa (de la<i> taun</i>) que ha vivido por un tiempo en la<i> city</i> y al volver se sienten como Sarah Jessica Parker en Las Hurdes tienden a referirse a ellas con la clásica expresión de "esto es un pueblo grande". Yo me decanto por el ya introducido término<i> </i>"ciudad pequeña", porque tiene un toque intimista.<br />
<br />
Antes de continuar esta digresión sobre ciudades de talla corta (algunas prefieren que las llamen así) me gustaría desmentir un gran tópico sobre estas mini-urbes, que cada vez que se lo escucho a alguien me hiere en lo más profundo de mi corazoncito: "poder ir caminando a todos los sitios es una maravilla"<i style="font-weight: bold;"> </i>No, una maravilla es poder ir en un <i>Rolls Royce</i> con chófer y bebiendo Sidra <i>El Gaitero</i>. Ir andando a todos lados puede estar bien cuando el clima acompaña, que aquí en el norte viene siendo...NUNCA. Así que especialmente los lunes por la mañana, cuando hace un frío que pela, ventea y diluvia, mientras subo a la facultad cargada cual mula me acuerdo de esta frase y de la madre del que la dijo por primera vez.<br />
Otra cosa son las distancias cortas, eso si que es un punto a favor. Mi ciudad se puede cruzar de punta a punta en una hora larga, o eso dicen siempre aunque no conozco a nadie que guste de cruzarla a pie. Personalmente no os lo puedo asegurar porque nunca me ha dado por ahí, para esos menesteres ya cojo una de las trece líneas de autobús que me acerque a donde quiero ir.<br />
<br />
En muchas ocasiones se ha calificado a las ciudades pequeñas de aburridas. Yo lo he hecho, sobre todo durante mi adolescencia, en la que como su propio nombre indica adolecía de todo y también del lugar donde vivía. Siempre que alguno de mis grupos favoritos hacía una gira Europea (o, sin ir más lejos, cuando los Héroes del Silencio se juntaron) yo maldecía porque sólo fueran a Madrid, Barcelona, Valencia y nadie se acordara de este pu(n)to perdido en el norte. Me imagino que a quienes cultiven otras aficiones les pasaría lo mismo en sus respectivos campos. Tiempo después<strike> </strike>pensando en ello me di cuenta que era mejor así, ya que si viviera en una ciudad grande me tiraría de los pelos sabiendo que están tocando a menos de dos kilómetros de mi casa y yo no he podido comprar la entrada por falta de dinero o de tiempo para hacer la cola. Así que el que no se consuela es porque no quiere.<br />
Creo que para pasar un buen rato no se necesitan grandes eventos ni rascacielos, de hecho a mi me basta con buena compañía y un refrigerio barato.<br />
<br />
En mi humilde y provinciana opinión una de las cosas más odiosas de estos municipios viene propiciada por la probabilidad y la estadística que combinadas con el <i>Facebook</i>, dan lugar a la terrorífica expresión de <b>"todos conocen a todos"</b>. Llega un momento en que conoces de vista o de haber hablado alguna vez a un porcentaje nada despreciable de tu generación y del porcentaje restante has oído hablar aunque no les pongas cara. De igual forma, tú eres conocido por un amplio porcentaje y quieras o no, para bien o para mal, has estado en boca de otras tantas personas. Esto si como yo eres una persona más o menos normal. Si eres <i>"un mítico"</i> el 100% sabe quien eres y el 200% ha oído hablar de ti. <span style="color: #666666;">[Los <b><i>"míticos"</i></b>, para los que no estéis familiarizados con ese término, son esos personajes por todos conocidos que habitan en bares, bibliotecas, facultades, calles, salas de estudios y que hacen que todo el mundo responda con un <i>"esi ye un míticu" </i>( o un<i>"ese es un mítico"</i>, para los de debajo de la Cordillera Cantábrica) al oír su nombre, siendo el paradigma de este fenómeno Manolín el Gitano.]</span><br />
De esto se deriva que la gente salga tan arreglada a la calle, ya que al conocer a tantas personas, si estás más de tres cuartos de hora en lugares públicos casi seguro te encontrarás a alguien. Las probabilidades se multiplican por mil si te pones un jersey con bolas y llevas las ojeras <i>au naturel</i>.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Por último, pero no por ello menos importante (de hecho yo le dedicaría otro post entero) es el complejo colectivo de inferioridad. No estoy segura de que inferioridad sea la palabra más precisa para definirlo, pero por ahora es la mejor que he podido encontrar. Me refiero a ese ansia por copiar en todo a las grandes capitales, incluso en sus defectos. El ejemplo que ahora se me viene a la cabeza es el del café. Todo buen moderno de provincias cuando visita una gran ciudad gusta de buscar el <i>Starbucks </i>comprarse una taza de desayuno para poner un toque cosmopolita en sus mañanas de provincias y de paso tomarse un café por 4.50. Y sacarle una foto al café de 4.50 euros. Y subirla al <i>Facebook</i> dejando constancia de que ¡¡¡HA PAGADO 4.50 euros por un café servido en vaso de plástico!!! Lo malo no es pagarlos (que también, qué coño), lo malo es que un café en vaso de plástico -se entiende que para beber por la calle- a precio de oro se convierta en el símbolo de la vida moderna y cosmopolita. </div>
Siempre me pregunto por qué a nadie se le ha ocurrido poner un Starbucks aquí, en Oviedo y forrarse. Tal vez porque los de fuera nos vean como una ciudad sin bullicio, tranquila, sin necesidad de una gran cafetería <i>take away. </i>En ese sentido tienen razón, pero como no nos conocen no se dan cuenta del negocio que harían, pues aunque no lo necesitásemos iríamos a dejarnos los cuartos, a tomar<strike> lava ardiendo </strike>café en vaso de cartón, para sentirnos como si fuéramos la señorita de abajo. Eso sí, estoy segura de que todos los habitantes de las grandes ciudades matarían por tener un Casa Cundo o un Alkor donde por 4.50 te puedes tomar cinco cafés (¡y en taza de verdad!) o seis quintos de cerveza.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFq2s9B8MsGXRAK-I4EKjs5ZZMEytI7666txqBTIFnFjSaqP1EtDq2522ATdtENpkIwZy2gL6zSAt77xMLGdAbhKZJegINSChCgEUxnRJxWFROLOAnAtSi0Nla46qiH5N73C2G88PwS2no/s1600/Starbucks.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><img border="0" height="163" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFq2s9B8MsGXRAK-I4EKjs5ZZMEytI7666txqBTIFnFjSaqP1EtDq2522ATdtENpkIwZy2gL6zSAt77xMLGdAbhKZJegINSChCgEUxnRJxWFROLOAnAtSi0Nla46qiH5N73C2G88PwS2no/s320/Starbucks.png" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Anne Hathaway en El Diablo se viste de Prada ignorando la existencia del Alkor y sus cafés con galletinas a 0.90 euros</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
De todas formas, por mucho que nos pese y por poco glamuroso que sea, en las ciudades pequeñas seguimos teniendo tiempo para desayunar en casa. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-17721298785047089192013-06-27T23:45:00.002+02:002018-04-14T14:12:06.818+02:00Claricatura Nº1 en Re Sostenido.<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hola a todos.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br />
Este no es mundo para una persona de gustos sencillos, como yo, que disfruta bebiendo <i>Tang,</i> viendo <i>Mujeres y Hombres y Viceversa</i>, <i>Gandía Shore</i> y <i>Gran Hermano</i>, y comiendo callos. Lo compruebo cada vez que hablo con alguien sobre la programación televisiva, y al quedar al descubierto mis gustos, me atraviesa con una mirada inquisidora, como si acabara de decir que voy a descuartizar al cachorrito de <i>Scotex</i> para dárselo de cena a los rehenes que tengo en mi sótano, y no que esa noche voy a ver la gala de GH14. Por este motivo he tomado una dura determinación y siguiendo el ejemplo de los políticos, no voy a luchar por mis ideales, sino a cambiarme de chaqueta por una más cómoda y calentita (que con la mierda de verano que estamos teniendo no viene nada mal), es decir, me voy a poner una bonita americana con coderas y chapas de grupos<i> indie</i>, porque pienso cultivar el<b> </b><i><b>esnobismo intelectual.</b> </i></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><i><br /></i><b>
Ser esnob "al completo" cuesta una gran suma de dinero</b>, ya que hay que comprar todos los accesorios: casoplón en una urbanización tan cara como discreta, cochazo y ropa de marcas tan jodidamente caras que sus logotipos no les son familiares al "vulgo", y, por si fuera poco, hay que entablar amistad con Carlota y Andrea Casiraghi. Es decir, no está al alcance de cualquiera. Por el contrario, <b>alcanzar el esnobismo intelectual no depende tanto del bolsillo como de las aptitudes personales,</b> y para eso estoy yo aquí, para daros sencillos bricoconsejos que transformarían a la Esteban en una cineasta premiada en el festival de <i>Sundance.</i></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br />
Empecemos, pues, por la envoltura. El intelecto está en el interior, y <b>aunque la procesión va por dentro, hay ciertos ciertos detalles que se deben cuidar.</b> El primero de ellos, un clásico, ya lo conocéis: las gafas, si las necesitas, de pasta y si no, de pasta también. En cuanto a la vestimenta, la clave, como ya dije, está en una<b> americana de chapas y coderas,</b> una vez conseguida, como si te apetece ir en cueros (bueno, mejor en pelotas que ahora estás en contra del uso de pieles).</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br />
A continuación viene lo complicado, sí queréis podéis seguir viendo telebasura y<i> reality shows</i>, pero en el más absoluto secreto, porque si alguien lo descubre serán arrancadas de vuestra solapa todas las chapas de Depec<i>he Mode, Radiohead </i>y <i> The Broboecks </i>que se os entregaron como reconocimiento a vuestra pedantería. Así que por vuestro bien, es mejor que desterréis de vuestra vida ese hábito y a quienes lo cultivan no sea que se produzca la temida recaída.<b> Lo único que se os permite ver son las películas de cine de autor de la 2, el festival de Jazz de San Sebastián en verano</b> (y sus solos de bongos de 45 minutos, que debéis calificar como "magistrales") y alguna otra cadena cuando echen una película de Tarantino, Coppola y demás... Debéis ser cinéfilos y renegar de las superproducciones americanas: <i>El diario de Bridget Jones, La guerra de los mundos, Titanic </i>(etc...) y cualquiera que tenga un presupuesto mayor de 2 millones de euros o esté firmada por Spielberg. Reservemos esas vulgaridades para el populacho, incapaz de entender las metáforas de Seiyun Suzuki (desde luego, cualquier avezado cinéfilo se da cuenta de que un gusano hundiéndose en una tarta de nata es una brutal crítica al neoliberalismo).</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br />
En cuanto a la política,<b> has de saber que la diestra es la siniestra</b>, y la izquierda es un "self-service" (la palabra buffet libre, está vetada de tu vocabulario, es de paletos) donde tu te montas tu propio plato. No puedes ser de "izquierdas" así, a secas, porque de "izquierdas a secas", son los contertulios del <i>Gran Debate</i>, <i>La Noria, El Programa de Ana Rosa</i> y gente del estilo. Tienes que especificar cuál es tu pensador favorito y por qué. Esto no es especialmente complicado, basta con meter el nombre en la <i>Wikipedia,</i> leerte un par de veces el artículo y a no ser que topes con alguien de Filosofía o Historia, no se notará la bolsa de mierda que ocultas bajo la reluciente pátina de sabiduría. En mi caso yo me he decantado por Bakunin (que era anarquista, pero nos sirve igual) porque al oír su nombre, por alguna extraña razón me vienen a la mente caníbales bailando y eso me hace gracia, no hay otro motivo. Entonces, enciendo el ordenador, meto su nombre en Google, pincho un enlace que sea de fiar, cojo una libretita y apunto:</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: xx-small;">"<span style="background-color: white; line-height: 19.1875px;">A diferencia del marxismo, que consideraba que la política debía de crear unas condiciones sociales que permitieran al individuo vivir por encima de la opresión económica, Bakunin consideraba que la revolución tenía que empezar en la propia persona."</span><span style="background-color: #f9f9f9; line-height: 17.2656px;">"Como el mundo antiguo, nuestra civilización moderna, que comprende una minoría comparativamente muy restringida de ciudadanos privilegiados, tiene por base el trabajo forzado (por el hambre) de la inmensa mayoría de las poblaciones" </span><span style="background-color: #f9f9f9; line-height: 19.1875px; text-align: right;">Bakunin. </span><i style="background-color: #f9f9f9; line-height: 19.1875px; text-align: right;">Federalismo, socialismo y anteologismo.</i><span style="background-color: #f9f9f9; line-height: 19.1875px; text-align: right;"> 1868.</span></span></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br />
<span style="line-height: 17.265625px;">Y listo, ya tengo dos citas fabulosas para soltar en el momento adecuado con el fin de defender mis flamantes ideas bakunianas y de paso aparentar que sé más que la Encarta. A que mola eh??</span></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="line-height: 17.265625px;"><br /></span>
<span style="line-height: 17.265625px;">Por último, la lista de la compra, que se resume en cuatro palabras:<b> DE IMPORTACIÓN, ECOFRIENDLY Y ECOFRIENDLYDEIMPORTACIÓN.</b> De hecho en tu nevera hay tantos productos extranjeros que tu caca tiene denominación de origen de otro país. A continuación ejemplos sencillos:</span></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; line-height: 17.265625px;">Cerveza: de importación, cuanto más rara sea la marca y más lejano sea el origen más buena estará. Y si no lo está, se finge. Por ejemplo, mi cerveza favorita, y la única que bebo, es una que sólo se fabrica en Nueva Caledonia llamada "Bitter Caleidoscopia".</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; line-height: 17.265625px;">Los vegetales: ecológicos. Nada de pesticidas, ni fertilizantes. No hay sensación más satisfactoria que pagar seis euros por un tomate del tamaño de una bola de golf. Además, así reparas el daño que haces con las emisiones de CO2 de tu Vespa, sobre la que luces uno de estos tres cascos.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><img height="256" src="https://encrypted-tbn3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRuHEDEZYC6FJYu2c0NclSklRBTcIqoznunuUT7PLSoLDkBg9W3" width="640" /> </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Setas: jamás uses la palabra setas, se llaman bonguis si son alucinógenas, champiñones si van en lata o en la pizza y todo lo demás son BOLETUS.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br />
Y bueno amigos, esto es todo por hoy, espero que no sigáis mis consejos, y a los que tenéis algunos de los objetos mencionados (gafas de pasta, chapas en la solapa, Cascos como los anteriores, Vespa, las obras completas de Kubrick, y una refrigerada y apetecible "Bitter Caleidoscopia" en vuestra nevera) no pasa nada. Mientras no lo tengáis todo junto, "everything is gonna be alright" como diría M. Luther King o¿era Bob Marley...? Creo que tengo que repasar <i>mi libretita.</i></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<br />
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<a name='more'></a><br />Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-40840841718530095652013-03-26T22:02:00.000+01:002018-04-09T20:49:14.314+02:00La pescadilla que se muerde la colaHola a todos<br />
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Estos días he estado enferma y por tanto me he dedicado a los quehaceres propios de la fiebre: ir del sofá a la cama y de la cama al sofá con ingentes concentraciones de paracetamol en sangre. En el sofá veía la tele, y en la cama escuchaba la radio. Y en ambos medios hablaban siempre de las mismas tres cosas: Chipre, Bárcenas - Gürtel y los EREs de Andalucía. Este domingo por la mañana, mientras esperaba a que me hicieran efecto los analgésicos escuchaba un programa en Onda Cero en el que los contertulios se pusieron a hacer "recuento" de los casos de corrupción que estaban siendo investigados y juzgados a lo largo y ancho de la piel de toro. La mayoría nada originales: licencias urbanísticas, blanqueo de capital, cuentas en paraísos fiscales, etc. Sin embargo, hubo uno que me llamó la atención especialmente: el caso Cooperación. </div>
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Con ese nombre, me imagino que ya sabéis por dónde irán los tiros... No, no es broma, en la Comunidad Valenciana se apropiaron de 6 millones de euros cuyo destino no era otro que el Tercer Mundo. Me quedé absolutamente petrificada y si en otro tiempo me hubiera cabreado lo único que hice fue disgustarme y preguntarme qué puede pasar por la cabeza de un político (que por definición tiene posibles) para llevar a cabo semejante sinvergonzonería. Después de pensarlo mejor me planteé otro interrogante: "¿qué podía llevar a una sociedad a encumbrar en el poder a tales elementos?" ¿El inquebrantable sectarismo? ¿el desencanto de los votos en blanco y las abstenciones? ¿la estructura del sistema? ¿los prejuicios? <i>Je ne sais pas.</i></div>
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A menudo pienso en discurso del movimiento 15-M y de otros colectivos pacíficos que son calificados por muchos como "antisistema". Predican el desmantelamiento de esta oligarquía disfrazada de democracia, de las entidades financieras y en último término de la sociedad actual de consumo, en aras de una nueva sociedad donde prime la solidaridad y la igualdad de derechos. Su púlpito, al igual que el mío, es un ordenador Samsung o un Iphone o cualquier otro dispositivo electrónico montado en algún país donde el sueldo y las condiciones de la mano de obra sean "rentables" para la multinacional que firma el producto. Ellos, y yo, y apuesto a que el 99% de vosotros también llevan ropa de Zara, Pull´n Bear, Mango y demás marcas textiles cuyas fábricas están asentadas en Vietnam, Taiwan, Marruecos, Turkía, China, y en las que todos sabemos, o, por lo menos, intuimos lo que sucede. Ellos, viajan en avión, gastan luz, agua, electricidad, teléfono, internet, es decir, le ponen la comida en la boca al enemigo. Con esto no pretendo demonizarlos, ni tacharlos de hipócritas, ni siquiera increparlos. Lo que intento es poner en relieve la complejidad de este sistema que nos tiene atrapados. Nos pasamos el día quejándonos de todas las barrabasadas que nos hacen los ricos y lo desprotegidos que estamos frente a ellos, del fraude que es la política, de la vergüenza que supone que se esté salvando a los bancos mientras miles de familias son desalojadas, pero a la vez somos nosotros quienes al convertirlos en proveedores de necesidades superfluas (sin las cuales ya no sabemos vivir) les damos el poder sobre nuestras vidas. </div>
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Estamos siendo consumidos por nuestro propio consumismo. </div>
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Es una paradoja cuya resolución no sólo pasa por derrocar a los responsables directos. La respuesta reside en algo mucho más complicado y doloroso, algo a lo que pocos están dispuestos: derrocarnos a nosotros mismos. </div>
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Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-68198502458638703382012-09-09T17:41:00.003+02:002018-04-09T20:24:22.039+02:00El ocaso de los ni-nisHola a todos:<br />
<br />
Esta mañana después de levantarme a una hora obscena me dirigí hacia la nevera a por el que sería mi aperitivo/desayuno y ahí me encontré pegada con un imán una nota que decía así:<br />
"Ya no te aguanto más, me voy. Te jodes. Atentamente, el verano" Así que me tomé mi bol de leche con aceitunas y mi café con vermú mientras trataba de asimilar que las vacaciones de verano estaban acabadas. <br />
Es cierto, todavía quedan cuatro días para volver a la rutina y un par de semanas para que entremos, oficialmente, en otoño, pero para mí se acaban cuando <i>El programa de Ana Rosa</i> deja de ser <i>El Programa de Verano</i> y vuelve a manos de la Quintana, cuando los anuncios de material escolar invaden las vallas y espacios publicitarios, cuando en el telediario hacen balance global de los muertos en carretera, cuando ponen la decoración de Navidad en el Hipercor. Así que se acabó o como diría Sabina "Así que se fue [...]. Desde el taxi y haciendo un exceso me tiró dos besos, uno por mejilla". Aunque el abandono resulte doloroso, conviene poner las cosas en perspectiva y cómo diría Van Gaal -carro al que después se apuntaría Mr. Wonderful- "ser siempre positifvos, nunca negatifvos" ¿Qué pasaría si el verano durara todo el año? Tragedias, sólo tragedias. A continuación, las nueve peores.<br />
<br />
1. Jordi Hurtado presentaría diariamente El Gran Prix en lugar de Saber y Ganar, esto modificaría los valores de la ecuación de la curva espacio-tiempo que rige nuestro universo convirtiéndolo todo en luz, fuego y destrucción. En resumen, todos (a excepción Jordi Hurtado, que es inmortal) moriríamos.<br />
<br />
2. Tendríamos que aguantar la p*t* vuelta ciclista a España todos los días del año a la hora de la siesta, toda una orgía de diversión y desenfreno.<br />
<br />
3. Aumentaría el número de melanomas.<br />
<br />
4. Papá Nöel iría en bañador, obligándonos a ver los carnosos senos que oculta tras su traje rojo.<br />
<br />
5. Jamás volverían a existir los Huevos Kinder normales, ya que en verano los cambian por una bazofia que es como comer mantequilla a cucharadas.<br />
<br />
6. Las canciones reggeatoneras del verano sonarían todo el año, en bares, discotecas, radios, y, interpretadas por orquestas, en las fiestas "de prao". <br />
<br />
7. En consecuencia al punto anterior, dejaría de haber chicos y chicas, pasaría a haber chulos y mamasitas.<br />
<br />
8. Tendríamos mala suerte perpetua puesto que no podríamos tomar uvas (fruta otoñal) en Nochevieja, por consiguiente tendríamos que hacer como los italianos que toman lentejas. Y a ver quién es el valiente que se toma un plato de lentejas en verano, después de cenar y al ritmo de las doce campanadas.<br />
<br />
9. Los casquetes polares se derretirían, desprendiéndose enormes icebergs que.... ESQUIMALES EN EL CARIBE, ESQUIMALES EN EL CARIBE, CAMINAMOS CON ILUSIÓN, CAMINAMOS CON ILUSIÓN, VEN TE ESPERO EN EL CARIBE, VEN TE ESPERO EN EL CARIBE Y VERÁS LO QUE ES EMOCIÓN,Y VERÁS LO QUE ES EMOCIÓN. ESQUIMALES EN EL CARIBE...<br />
<br />
<br />
¿A que así pensado la vuelta a clase no es tan terrible? Si os ha servido de ayuda psicológica, podéis buscar en las librerías mi obra "Cómo superar la depresión post-vacacional", con la compra de tres ejemplares os regalo una sombrilla y un bote de antidepresivos.<br />
<br />
Hala, a tomárselo con filosofía<br />
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<br />Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-221769496325936183.post-74725757560157279952012-05-25T04:06:00.001+02:002018-04-09T20:16:15.786+02:00Teo va a un examen.Mis queridos lectores, os escribo para que tengáis cuidado y toméís precauciones, ya que desde hace algunas semanas unas pesadillas procedentes del mismísmo fuego de Mordor han estado aterrorizando a jóvenes universitarios (y aspirantes a serlo). Por raro que os parezca no me estoy refiriendo a los Uruk Hai, ni al ministro Wert y compañía, si no de algo mucho peor, un diabólico, perverso, terrible y horripilante invento: LOS EXÁMENES.<br />
La mayoría de vosotros los conocéis perfectamente porque los habéis sufrido en vuestras propias carnes, pero para aquellas criaturas inocentes, felices y despreocupadas que no saben de que hablo, se lo explicaré con unos didácticos símiles: los exámenes son para los estudiantes lo mismo que la varicela para un bebé, que un tacto rectal para un anciano, que unos pantalones de rapero para Cachuli, QUE LEER UN LIBRO (sin dibujos) PARA BELÉN ESTEBAN, es decir...una putada y de las gordas. <br />
Es tan jodido que una psiquiatra famosísima llamada Kubler-Ross elaboró las cinco fases que experimenta un estudiante ante un examen importante: <b>negación, ira, negociación, depresión y aceptación</b>. A muchos os sonará porque posteriormente también se aplicó a las enfermedades terminales, pero eso ya es otra historia.<br />
<b>Negación. </b>Es la primera y más duradera de las fases. Los alumnos niegan la existencia de la asignatura: si no vas a clase, no existe; si no te descargas las diapos, no existe; si no sabes que día es el examen final, es porque no hay examen final, y eso significa que LA ASIGNATURA NO EXISTE (y quien diga lo contrario, morirá).<br />
<b>Ira. </b>La ira se manifiesta al descubrir que el señor de bata blanca que acude todos los días a la misma hora a tu clase no es Cásper y no sólo no te va a dar gominolas a final de curso como creías, sino que te va a someter a un examen, porque es el profesor de una asignatura en la que te has matriculado y que has de aprobar porque existe. A la rabia producida por el desengaño se le suma un montón de apuntes adictos al Petit Suisse que cada día crecen un poco más.<br />
<b>Negociación</b>. El examen se acerca (junto con otros tropecientos mil) y el alumno tiene que ponerse a estudiar, y de paso saca sus dotes de negociador contra un rival duro de pelar: él mismo. "Venga, por cada tema que me estudie una ojeadita al twitter, mmm.... bueno, mejor por cada tres páginas, o por cada página, nono, espera, por cada tres ojeaditas al twitter me estudio una página...<br />
<b>Depresión</b>. Los días han ido pasando y el sujeto manifiesta los síntomas propios de la depresión. 1. Está encerrado en su habitación y sólo sale de ella para comer y defecar (en caso de que sea un coprófago no saldrá de la habitación bajo ningún concepto). 2. Ha descuidado su aspecto: si es hombre presentará barba de naúfrago, y barba de tres días si se trata de una mujer. 3. No duerme. 4. Tiene impulsos suicidas por lo que coquetea con objetos punzantes como tijeras, cuchillos o lápices Alpino muy afilados. Estos síntomas se acentúan conforme se aproxima el día de la evaluación, llegando a su apogeo la madrugada previa a la misma. Después, tras una sobredosis de té, café, anfetaminas, red-bull, burn o el peor de los brebajes, más conocido como HACENDADO ENERGY DRINK, el estudiante sufre un cortocircuito neuronal quedando chamuscado el circuito de las preocupaciones, de manera que nuestro desquiciado alumno cruza la pared, hace chas y aparece en... la última fase!<br />
<b>Aceptación. </b>Se manifiesta en las horas anteriores al examen, el individuo adopta una actitud serena y digna ante el desagradable, pero inevitable, suceso: "Lo que tenga que ser será" o traducido al cristiano " A ESTAS ALTURAS YA ME LA SUDA".<br />
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